¿Por qué han desaparecido casi todas las cajas?

 .

Un par de publicaciones de los últimos días nos invitan a especular sobre el fin de las cajas. Por un lado la noticia de que el Ministerio de Economía y el Banco de España, al alimón, quieren bancarizar las cajas rurales. Por otro la entrevista a Miguel Sanz en la que asegura que la desaparición de Caja Navarra fue algo así como un suceso planetario, como la deriva continental, ajeno por completo a la mala gestión y la mala supervisión. Pero entonces, ¿por qué desaparecieron casi todas las cajas?

¿Todas? No todas ni con iguales resultados

Fíjense que hemos dicho “casi todas” y no “todas” porque la diferencia de matiz resulta esencial. Cierto que lo que son cajas como tales cajas quedan Caixa Pollença y Caixa Ontinyent, que curiosamente no han desafiado el gran tsunami gracias a su grandeza sino a su pequeñez. Pero de todos modos es un exceso decir que todas las cajas han desaparecido. Por ejemplo, es cierto que CaixaBank ahora es un banco, y un gran banco además, pero resulta que el 65% de ese banco es propiedad de la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona («La Caixa»). Así entenderán ustedes que da gusto “desaparecer” y que eso no tiene nada que ver con lo de la CAN. Y esto mismo que se puede decir de CaixaBank se puede decir de KutxaBank o Ibercaja Banco (paradójico nombre), el cual es propiedad en un 87% de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja (Ibercaja).

Si ahora mismo existiera un banco llamado Banco Navarra, del cual el 90% de las acciones las tuviera la CAN, diríamos que la CAN no ha desaparecido y que Enrique Goñi es un águila. Esto, por otra parte, hubiera sido perfectamente posible si efectivamente lo hubiera sido.

El resumen, por tanto, es que eso de que aquí ha llegado un tsunami y la desaparición de todas las cajas ha sido un hecho inevitable es, como poco, una excusa barata y falsa.

De todos modos, es cierto que casi todas las cajas estaban mal gestionadas y casi todas ellas han desaparecido, por lo que la pregunta a continuación es, ¿y por qué estaban mal gestionadas todas las cajas?

Sanz da la clave

En la entrevista a Revista de Navarra de Miguel Sanz, el expresidente aporta una clave fundamental para entender el fracaso de la mayoría de las cajas. Preguntado por el colapso de la CAN o las dietas, Sanz explica que “como ha dejado claro el Tribunal Supremo, la Caja no era una entidad pública, era privada”. O que “Se suele decir: La Caja es de todos los navarros. Eso es mentira. El dinero de la Caja es de los de la Caja”.

La gran pregunta, efectivamente, podría ser: ¿de quiénes son entonces las cajas?

Si los bancos han estado mejor gestionados que las cajas la clave fundamental es porque los bancos se sabe de quién son: de los accionistas. Si el banco va mal hay un perdedor (o debería haberlo): los propietarios. El que puede perder el dinero, a su vez, nombra a los gestores. E incluso los controla, es un suponer. O al menos es su problema si no los controla. Y en último término siempre puede vender su parte si le desagrada la gestión. Pero en una caja, ¿quién es el propietario? Dice Sanz citando al TC que las cajas son entidades privadas. ¿Pero de quién? ¿Dónde están los accionistas? ¿Nombraron acaso los accionistas a Goñi como gestor y a Sanz como supervisor? ¿Acaso no fue nombrado Goñi director en 2001 con los votos de los 13 consejeros sobre 20 nombrados por UPN? ¿Era accionista de la CAN alguno de esos consejeros? ¿Lo era alguno de los parlamentanrios que a su vez los nombró?

En caso de liquidación, el artículo 58 de los Estatutos de la CAN preveía que, una vez atendidas todas sus obligaciones y las obras benéfico sociales en curso, “lo que quedare pasará en sus dos terceras partes al Gobierno de Navarra y el resto al Excmo. Ayuntamiento de Pamplona en su condición de Entidades Fundadoras para que lo destinen a obras o servicios de beneficencia o de utilidad pública”. ¿Cómo se compatibiliza esto estrictamente con que las cajas eran entidades privadas más allá de en un sentido formal?

El caso es que existía una diferencia esencial entre la CAN y cualquier banco o empresa privada y es que quienes gestionaban el dinero no eran los dueños del dinero ni habían sido nombrados por los dueños del dinero. Curiosamente, las entidades en que los dueños del dinero tenían el control (bancos y cajas rurales cooperativas) son las que han sobrevivido, mientras que las cajas que mayoritariamente han estado muy mal gestionadas y, salvo honrosas excepciones, han desaparecido, resulta que quienes las gestionaban ni eran los dueños del dinero ni estaban controlados por ellos. No han desaparecido por ser cajas sino por estar mal gestionadas y han estado generalmente mal gestionadas porque los gestores no gestionaban su propio dinero.

Volviendo a una de las dos informaciones iniciales, no deja de ser curioso que el Banco de España quiera acabar ahora con las cajas rurales cooperativas. A la vista de lo que han hecho el uno y las otras durante la crisis, ¿no sería lo lógico que con quien se acabara fuera con el Banco de España?

Compartir este artículo

3 respuestas

  1. Los dueños de las Cajas desgraciadamente no eran los ciudadanos, eran las entidades públicas, los políticos, el Estado en definitiva. Y lo estatal es ineficiente porque nadie paga por lo mal hecho, y se llevan sin cuento grandes sueldos sin atender a los méritos para ganárselo. Es lo que quiere el Nuin de turno, un banco público del pueblo, «to pal pueblo», pero como le gritaron a Evita Perón respecto a unas joyas que llevaba «del pueblo»; -«Pero hijaputa, las joyas las llevas puestas sólo TU-» Fin de la cita.
    Las Cajas había que haberlas convertido en acciones, y repartirlas nominalmente entre todos los DNI vigentes. Eso si es «pal pueblo», Nuin. Lo otro es que te lo quieres llevar «pa la saca».

  2. Sanz no da la clave de nada, lo que tiene que hacer es pedir perdón, por ayudar a cargarse la Caja de Ahorros de Navarra y no volver a aparecer en público.

    O mejor dicho, que los señores Goñi y Sanz, sean sometidos a escarnio público, por cargarse la CAN, la caja de ahorros del pueblo navarro.

  • Navarra Confidencial no se responsabiliza ni comparte necesariamente las ideas o manifestaciones depositadas en las opiniones por sus lectores. Cada usuario es único responsable de sus comentarios
  • Los comentarios serán bienvenidos mientras no atenten contra el derecho al honor e intimidad de terceros, puedan resultar injuriosos o calumniadores ,infrinjan cualquier normativa o derecho de terceros , empresa, institución o colectivo, revelen información privada de los mismos, incluyan publicidad comercial o autopromoción y contengan contenidos de mal gusto.
  • Se procurará evitar en lo posible los comentarios no acordes a la temática publicada
  • Navarra Confidencial se reserva el derecho de eliminarlos

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Navarra Confidencial
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: info@navarraconfidencial.com.
Logo_Positivo.webp
Logo_Positivo.webp

Suscríbete a nuestro boletín