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Como personas inquietas que somos, no nos queda más remedio que preguntarnos por la ola de calor que vive instalada entre nosotros sin aparente intención de dejarnos. ¿Por qué tanto calor? ¿Por qué tanto día seguido? ¿Hay alguna explicación?
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En circunstancias normales, existe algo en la atmósfera que se llama la Corriente Polar, Corriente en Chorro, o Polar Jet Stream en inglés. Esta corriente se genera por la rotación planetaria y también por la diferencia de temperatura entre los polos y el Ecuador. La corriente en chorro actúa como una muralla que limita el ascenso del aire subtropical, en nuestro caso de las grandes masas de aire sahariano y africano.
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Los climatólogos y meteorólogos suelen explicar que, en la medida en que el Polo Norte está menos frío, el contraste de temperaturas entre el aire polar y el subtropical es menor y, siendo este contraste menor, la Corriente Polar tiene menos fuerza y se ubica más al norte. La corriente polar, además, se comporta como un río aunque sea una corriente de aire, puesto que en definitiva ambos son fluidos. Al tener menos fuerza, la corriente es menos rectilínea y empieza a formar meandros. De todos modos estos meandros tampoco se explican sólo por la temperatura, sino por la rotación y el efecto Coriolis, por lo que se trata de un asunto complejo. Un meandro de esta clase al final es como una gran lengua de aire africano que entra por España, dejando temperaturas sofocantes y creando además una situación de estancamiento. Lógicamente, hay otras zonas en las que lo que entra es una lengua de aire polar, provocando un verano más frío. Obviamente no es lo que esta pasando, no a nosotros, no este año.
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Todo lo anterior es la respuesta a la pregunta de cómo es que hace tanto calor y tan persistente, aunque se podría ir más allá y preguntarse por qué se produce esta situación. ¿Es una prueba del calentamiento global? ¿Es una situación puntual que ocurre cada ciertos años por causas naturales? Existen opiniones para todos los gustos, ya que este fenómeno no es inusitado (el récord de temperatura máxima en Sevilla durante el mes de junio fue en 1965, con 45,2 grados), por lo que la discusión se centra en si lo inusitado es la intensidad, la extensión, la frecuencia, la duración… o nada, en la medida en que son situaciones que cada cierto número de años se repiten. Habiendo argumentos para todos los gustos, juzguen ustedes mismos, pero a ser posible juzguen a la sombra, cerca del agua y con un refresco.
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3 respuestas
Es evidente que la culpa es de Putin, de Trump y del Brexit. Y si a eso le sumas la conferencia episcopal ya te torras.
Ninguno de los excelsos defensores del Acuerdo Por El Clima, y tal y tal, defiende, promueve o propone….plantar árboles. Y no conozco país occidental alguno embarcado en una campaña salvaje de reforestación. No, no. Ni uno.
Seamos serios…algo no nos están contando. Eso sí, con nuestro dinero si que están contando.
Muy bien explicado el artículo. Se lo deberían de leer todas las personas que en cuento pasamos una época de calor enseguida le echan la culpa a la contaminación y al efecto invernadero.
El cambio climático es un hecho, eso está claro y mediante mediciones objetivas está del todo demostrado que la temperatura global está subiendo. pero no creo que la responsabilidad absoluta sea sólo de los gases de efecto invernadero.
Creo que hay más cosas que influyen, como por ejemplo los ciclos de Malkovich. Son variaciones orbitales de la tierra responsables de las diferentes glaciaciones y periodos calidos que ha tenido nuestro planeta. Que a eso le añadimos el tema de la contaminación, pues sí, es probable, pero no es la única causa. Y por supuesto debemos de cuidar de no contaminar en lo máximo posible.
En cuanto a los «meandros» de la correinte de chorro tranquilos… estaremos así hasta que el meandro se mueva, ya nos pondremos la manta en San Fermín, no os preocupéis 🙂