Serían incontables los ejemplos en los que el nacionalismo vasco ha mostrado su absoluto desprecio por la identidad de Navarra, sus instituciones y la voluntad de los navarros. Hizo falta una sentencia del Tribunal Constitucional en 1985 para obligar a la CAV a modificar su escudo, en el que había incluido unilateralmente el escudo de Navarra. Desde entonces, el hueco en el escudo de la CAV lo ocupa un pabellón vacío en color rojo. El propio Estatuto de Guernica determina que “el pueblo vasco se constituye en Comunidad autónoma con el nombre de Euskadi”, lo cual equivale a desposeer de su condición de vascos a todos los vascos que no viven en la CAV o a convertir en último término en súbditos de la CAV a todos los vascos. Más recientemente, el nacionalismo vasco ha estado negociando en un “proceso de paz” a tres bandas (una de ellas la ETA) la creación de un gobierno común para la CAV y Navarra, totalmente a espaldas de los navarros. Esto no es una paranoia navarrista sino una auténtica confesión de parte, reconocida por la ETB o el Diario de Noticias. Con estos antecedentes, luego extraña que lo vasco genere desconfianza o rechazo.
El PNV se ríe de la cámara de representación de los navarros.
Esta actitud de total desprecio a Navarra se manifestó una vez más en el año 2007 con ocasión de la publicación del “currículo vasco”. Dicho currículo utilizaba torticeramente el término cultural “Euskal Herria” (Equivalente a “Hispanidad”) para diluir la separación en el mapa político entre Navarra y las provincias de la CAV. El Parlamento navarro decidió por abrumadora mayoría en febrero pasado presentar un recurso contra el citado currículo.
Ayer en el Congreso de los Diputados se discutió una proposición presentada por el senador de UPN Carlos Salvador, instando al gobierno a impugnar los apartados del currículo vasco que no respeten la competencia de la comunidad autónoma. Únicamente el PP sumó sus votos a los de UPN. El PSOE rechazó la iniciativa alegando ser suficiente que el gobierno ya hubiera recurrido el currículo. La nota de color, despreciando al Parlamento de Navarra, la dio sin embargo el diputado del PNV Aitor Esteban, quien ironizó sobre la pertinencia de mantener este debate en el Congreso burlándose del Parlamento de Navarra: “Pobrecito el Parlamento de Navarra. Venir a pedir sopitas a otro Parlamento me parece una humillación, que no se crea con suficiente fuerza para defenderse él mismo es una humillación”.
La ETB también “pasa” totalmente del Parlamento de Navarra.
Otra que también continúa despreciando al Parlamento de Navarra es la ETB, que una vez más verificamos que a fecha de hoy sigue incluyendo a Navarra en sus mapas. La cuestión es que la continuidad de sus emisiones se encuentra ahora mismo en manos de esa comunidad a cuyos habitantes el nacionalismo desprecia y de cuyo Parlamento se burla. En este caso, sin embargo, el gobierno de Navarra no necesitaría acudir al Congreso de los Diputados a pedir “sopitas” para acabar con el problema y enseñarle a la ETB dónde está la frontera.
