Nos mienten cuando nos dicen que la fiscalidad en España es más baja que en la UE.
El siguiente cuadro de Civismo, con ocasión del Día de la Liberación Fiscal, resulta bastante ilustrativo. La fiscalidad sobre el trabajo para el españolito medio con el sueldo medio es del 40,7%. Es decir, más alta que Dinamarca y apenas más baja que Suecia o Finlandia, y eso si nos comparamos con los países «nórdicos».
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Curiosamente la fiscalidad griega sobre el trabajo es similar a la nuestra. A ver si para ser como los países nórdicos no va a bastar con ponernos impuestos nórdicos. Con un agravante, y es que los sueldos nórdicos son mucho más elevados que los nuestros, por lo que a igual presión fiscal nuestro esfuerzo fiscal es mucho mayor que el suyo.
A menudo escucharán ustedes decir a algunos líderes de la izquierda que España no tiene un problema de gastos, sino de ingresos, que la presión fiscal española es mucho menor que la europea, y que igualando nuestra presión fiscal a la europea generaríamos ingresos fiscales para no tener que hacer ningún recorte y hasta permitirnos una renta básica universal.
A la vista del gráfico que acaban de ver, ya pueden empezar a poner en duda eso de que tenemos impuestos más bajos que los demás europeos. Entonces, ¿es mentira que nuestra presión fiscal es más baja? Pues no, pero aunque a primera vista pueda parecer extraño el caso es que podemos tener tantos impuestos como los demás y una presión fiscal más baja, sin que sea un caso para Cuarto Milenio.
Como aperitivo, este gráfico muestra que la presión fiscal española ha ido cayendo durante la crisis, aunque nos han estado subiendo continuamente los impuestos. Es decir, queda demostrado por la vía de los hechos que la presión fiscal haya descendido porque nos han bajado los impuestos.
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Decíamos que para explicar este fenómeno no hace falta llamar a Iker Jiménez ni a ningún experto en ovnis.
Si tenemos a 100 españoles trabajando, los cuales ganan 15.000 euros al año, en conjunto ingresan 1,5 millones (100×15.000). Si Hacienda les quita el 50%, Hacienda ingresa 750.000 euros.
Si 25 de esos españoles se quedan en paro, entonces sólo se genera un ingreso de 1,12 millones (75×15.000). Aunque Hacienda les sigue quitando el 50%, sólo ingresa 562.000 euros.
Es decir, los ingresos pueden bajar aunque no se bajen los impuestos, sencillamente porque trabajan menos españoles.
Y aunque el Impuesto de Sociedades siga igual, si hay menos empresas que tengan beneficios, o directamente menos empresas, también bajará la recaudación aunque no se bajen los impuestos.
Pese a que la presión fiscal es la relación entre PIB y recaudación, la recaudación puede caer mucho más que el PIB por diversos motivos. Por ejemplo, para el PIB cuenta vender una casa nueva, pero no una casa usada. O sea, el colapso de la venta de viviendas usadas no tiene reflejo directo en el PIB, pero supone una caída brutal de la recaudación.
Ahora juzguen ustedes si la presión fiscal española es menor que la europea porque tenemos menos impuestos o porque tenemos más paro y más empresas con problemas o vendemos menos casas.
Sólo falta que encima la izquierda nos suba los impuestos para terminar de asfixiarnos.
Si queremos recaudar como los suecos, primero tendremos que tener salarios y un nivel de ocupación como el de los suecos. Y para eso primero tendremos que tener un sector privado y una economía tan potente como la de Suecia, que en los índices de libertad económica se encuentra bastante por encima que la de España.
Un comentario
Cuanto más fracasan sus políticas, más impuestos implantan, y más autoritarismo para asegurar el control político y el cobro de los impuestos crecientes, en una espiral cuyo proceso se puede ver claramente en Venezuela, o ahora de Grecia en un país de Europa occidental.
Camino del estado soviético.