Todos los ciudadanos de Pamplona, como seguramente todos los ciudadanos de cualquier ciudad española, ven diariamente que hay unas normas de tráfico para las bicicletas y los patines y otras para el resto de vehículos. Muchos de los usuarios de bicicletas ignoran por completo las normas de circulación, los cedas, los stop, los semáforos, el sentido de la marcha… El carril bici es opcional. En muchas calles los peatones son usados como conos entre los que los ciclistas se dedican a hacer slaloms, frecuentemente a una peligrosa velocidad para el peatón. Periódicamente hay algún peatón que sale malparado y esporádicamente alguna denuncia del hecho en los medios o al menos en alguna red social.
@FerminJAlonso estoy hasta las narices de qué os gasteis un pastizal de mis impuestos en carriles bici para que luego le atropelle a mi hijo una bici encima de la acera. En los 15 min que ha estado tirado, han pasado 4 bicis más al lado suya y dos patines eléctricos . YA BASTA!
— Ux (@Uxuam) September 13, 2021
Desde luego podría alegarse que los ciclistas son un colectivo como cualquier otro, en el que hay gente prudente y gente que no lo es, gente que cumple las normas y gente que no. Eso sí, para conducir determinados vehículos hace falta superar una serie de cursos teóricos y educacionales, o unas pruebas teóricas y prácticas de pericia y aptitud, o una determinada edad mínima. Para la bici no. Para otros vehículos hace falta un seguro, para la bici no. Seguramente una bici tiene menos peligrosidad que otros vehículos, pero no una peligrosidad igual a cero, particularmente para los peatones o entre estos la gente mayor o los niños. ¿Son más incumplidores los ciclistas que los conductores de otros vehículos? En realidad es difícil saberlo, aunque todos sabemos lo que vemos a diario. Si resulta difícil saberlo, no obstante, también puede ser porque la policía adopta continuas medidas de control y represión sobre los conductores de coches, motos o camiones, pero da la impresión de que no tanto o en absoluto sobre las bicis. Tal vez no porque las bicis sean menos peligrosas o infrinjan menos las normas, sino porque la Agenda 2030 odia los coches y ama las bicicletas.
Atropello en Pamplona: una ciclista drogada arrolla en la acera a una peatona https://t.co/7VnEBAtcso a través de @navarra_com
— MCC (@MCC54156408) July 31, 2021
Podría citarse también la paradoja de que en las carreteras no se pueda circular, teóricamente, a una velocidad menor a la mitad del máximo genérico de la vía, pese a lo que sin embargo se puede circular por ellas en bicicleta, con el consiguiente peligro para todos en general y las propias bicicletas en particular.
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En general da la sensación de que hay un problema con las bicicletas que no se quiere abordar. Como mínimo la policía debería vigilar el cumplimiento de las normas de tráfico por parte de los ciclistas igual que los demás. Las bicicletas son frágiles y vulnerables pero todavía hay alguien no contaminante que es más frágil, más vulnerable y más necesitado de protección: el peatón.
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2 respuestas
sí… normalmente en prioridades va por nivel de vulnerabilidad si no me equivoco. Peatón.. bici, ..moto .. coche .. camión . O así.
Obviamente en el problema no está sólo en el vehículo, sino en la persona que lo lleva. La bicicleta, como vehículo, tiene otras particularidades es también una herramienta deportiva, cosa que no ocurre, por ejemplo, con los patinetes de batería. Dicho esto, los ciclistas deben en todos los casos respetar las normas establecidas y especialmente transitar por los lugares permitidos. El ciclista a su vez está condicionado por las actitudes de los conductores, y todos los ciclistas tenemos mucho que decir al respecto. No es lo mismo quien se desplaza en bicicleta por imposibilidad de tener un vehículo mejor y más rápido, que quien lo hace por convicción y gusto. Un ciclista que se precie de ello en mi experiencia no circula por las aceras y respeta las normas de circulación ya que en ello, por su vulnerabilidad, la va la vida. Tampoco es lo mismo circular por ciudad que por carretera. En la ciudad, todo hay que decirlo, hay una gran permisividad por parte de los agentes, variando de unos lugares a otros. La convivencia sólo es posible si se respetan las normas.