El pasado lunes, libremercado.com publicaba un interesante artículo en torno a la fiscalidad de las empresas españolas. ¿Es cierto que pagan poco, como sostienen algunas voces progresistas? ¿Cuánto pagan las empresas en el resto de Europa? ¿Es el impuesto de sociedades un pozo sin fondo para que todo el mundo pueda vivir gratis total y gozar de servicios infinitos por el morro?
El análisis que les acabamos de citar concluye que la tributación efectiva corregida para las grandes empresas ha rondado el 27% en 2012. Una cifra muy cercana al tipo teórico del 30% al cual no se llega, aunque por poco, por diversas razones que van desde posibles deducciones fiscales hasta el hecho de que una parte de los beneficios se haya obtenido en el extranjero tributando a los tipos que correspondan en cada país.
Hemos llevado a cabo nuestra propia investigación y hemos consultado lo que han pagado de impuestos en el primer semestre del año las seis principales empresas del IBEX 35, que representan casi el 70% de la capitalización de este índice. Estos son los resultados.
Como puede apreciarse, Telefónica y los grandes bancos pagan un tipo que ronda el 25% respecto a su resultado antes de impuestos. Inditex paga algo menos, Repsol bastante más. A Iberdrola este año le sale “a devolver” una notable cantidad, igual que les pasó a muchos bancos el año pasado. Por supuesto las “devoluciones” respondieron al hecho de que habían pagado de más en el pasado.
¿Pero cuánto pagan entonces las empresas en el extranjero?
Una vez que hemos visto que los tipos efectivos del impuesto en nuestras grandes empresas rondan al menos el 25%, interesa recordar que el tipo nominal del impuesto sobre sociedades en España, con un 30%, es de los más altos de nuestro entorno.
Así, por ejemplo, la media de la UE es del 23%. Aunque el impuesto en Francia asciende hasta el 36,1% y en Alemania es similar al nuestro con un 29,8%, existen muchos otros países alrededor nuestro con impuestos mucho más bajos, como Italia (27,5%), Dinamarca, Austria y Holanda (todos con el 25%) o Reino Unido (23%).
Más llamativo es el caso de países en teoría muy socialdemócratas y estatalizados, como Suecia y Finlandia, donde no obstante sus impuestos sobre sociedades son respectivamente del 22% y el 24,5%. No digamos ya los casos de Irlanda (12,5%) e Islandia (15%).
Evidentemente estamos comparando el tipo efectivo en España con el tipo nominal de otros países, cuando deberíamos compararlo con el tipo efectivo de los otros países lo cual seguramente reafirmaría aún más nuestra tesis. En cualquier caso queda desmontado el mito de que en España las grandes empresas apenas pagan impuestos.
Acumulando impuestos
Hay quien, no obstante, se preguntará cómo es posible que él siendo un humilde mileurista pague en la declaración de su IRPF impuestos más altos que Telefónica. Bien, la verdad es que esto no resulta del todo exacto.
La realidad es que todas las personas a las que paga Telefónica, desde el último de sus empleados hasta su presidente, realizan la declaración de su IRPF y pagan allí los tipos que les corresponden igual que todo el mundo. Es decir, que Telefónica paga por un lado y luego las personas que trabajan para Telefónica, incluyendo sus directivos, pagan además por otro lado. Es más, el IRPF que pagan es también de los más altos de Europa.
Pero no es todo.
Los accionistas de Telefónica, grandes y pequeños, pueden cobrar dividendos o vender sus acciones con un beneficio. Todo eso tributa además y al margen del impuesto sobre sociedades. De hecho todo eso se acumula al IRPF donde, como decíamos, se grava a algunos de los tipos más elevados del mundo civilizado.
Y luego está, naturalmente, el IVA que usted paga cada vez que coge su teléfono o navega por la red con su ordenador para leer NC.
En conclusión, no es que el impuesto sobre sociedades sea un regalito sino que es algo que se cobra aunque, sea cual sea la relación de alguien con Telefónica (o con cualquier otra empresa), ya se está pagando en concepto de IRPF o IVA sea como empleado, como accionista o como usuario. Al margen del impuesto sobre sociedades, todo lo que Telefónica gana el estado lo acaba gravando más tarde o más temprano, con lo que el impuesto sobre sociedades es básicamente una doble imposición o un tributo acumulativo. Pero además uno que, si es más elevado que el del vecino, las empresas se instalan en el país del vecino.
Resultados semestrales: Telefónica http://www.boletinfinanciero.es/documento/15892-informacion-financiera-intermedia-primer-semestre-19610-descargar-pdf.pdf Santander http://www.boletinfinanciero.es/documento/16105-informacion-financiera-intermedia-primer-semestre-19960-descargar-pdf.pdf BBVA http://www.boletinfinanciero.es/documento/16112-informacion-financiera-intermedia-primer-semestre-19974-descargar-pdf.pdf Inditex http://www.boletinfinanciero.es/documento/15375-informacion-financiera-intermedia-t-19054-informacion-financiera-general-t.pdf Iberdrola http://www.boletinfinanciero.es/documento/15846-informacion-sobre-resultados-primer-semestre-19540-descargar-pdf.pdf Repsol http://www.boletinfinanciero.es/documento/14971-informacion-financiera-intermedia-t-18578-informacion-financiera-general-t.pdf
3 respuestas
Insisto. Para salir como un cohete de la crisis hay que bajar los impuestos, sobre todo los que gravan el trabajo. Sólo así reduciremos aceleradamente la tasa de paro que lastra nuestra economía. Y si reducimos las cotizaciones sociales el montante final no bajará si las aplicamos a nuevos contratos, al menos de manera inicial.
Eso sí, convendría que algún siglo de estos calculáramos correctamente las pensiones sobre los años y cantidades realmente cotizadas. Por no seguir mintiendo al personal, digo.
Se está dando la impresión que «salir de la crisis» significa o tendrá como resultado volver a los años locos de la borrachera económica o boom artificialmente creado siguiendo una política desbocada de creación de masa monetaria con crédito disponible ilimitado; bajando los tipos de interés a niveles que desincentivaron el ahorro y aceleraron alocadamente el consumo y la inversión no productiva; menteniendo un EURO deliberadamente sobrevaluado para abaratar las importaciones y frenar así cualquier posible brote inflacionario; resultando de todo ello que se estancaran las economías nacionales generando desempleo. Las agencias de «rating» deberían poner un CERO a los bancos centrales.
Confiemos que no se engañe al pueblo hacéndole creer que «salir de la crisis» significa volver al boom artificialmente creado.
Ver “ESPAÑA, una economía asfixiada” http://www.lebrelblanco.com/articulos.
Lo que sabemos más o menos con certeza es a quienes sí remuneran las grandes empresas en sus consejos de administración… y para qué lo hacen también nos lo imaginamos. No será ilegal, pero desprende un aroma moral poco reconfortante que está muy próximo a la corrupción. Otro caso particular muy ilustrativo es el elevado nepotismo administrativo que se da en la enorme maraña del sector público.