El Eco de Navarra.
Inicialmente llamado El Eco de Pamplona y motejado después como “el abuelo”. No en vano nació en 1875, por lo que era ya un abuelo en 1903, cuando nace el Diario de Navarra. Se trataba de un periódico de corte liberal, opuesto al carlismo. Al no ser el órgano de prensa de ningún partido concreto, se inscribe de algún modo en el periodismo moderno. De hecho, llegó a convertirse en el periódico más importante de Navarra. Su número de telefóno era el número 7. Su escasa beligerancia respecto al socialismo determinó la aparición del Diario de Navarra, su propio declive y, en último término, la desaparición en 1913.
Arriba España.
Al comenzar la Guerra Civil, la Falange se incautó de la rotativa de La Voz de Navarra, el diario del Partido Nacionalista Vasco. El primer ejemplar se publicó el día 1 de agosto de 1936. Desde entonces y durante el conflicto, aprovechando el carácter de retaguardia de Navarra durante la guerra, el periódico fue publicado desde Pamplona para todo el territorio de los alzados. A partir de 1970 el Arriba España había perdido gran parte de su relevancia. Sus pobres resultados determinan el cierre de la publicación en 1975, por orden de Emilio Romero, entonces Delegado Nacional de Prensa del Movimiento.
El Porvenir Navarro.
En una Navarra abrumadoramente católica, tradicionalista y conservadora, las ideas socialistas y republicanas apenas cuajaron en la aparición de ninguna publicación relevante en nuestro territorio. Una de las efímeras excepciones fue El Porvenir Navarro. Como anécdota su director, Basilio Lacort, imprimió un carácter tan brutalmente anticlerical a la publicación que acabó siendo excomulgado.
El Demócrata Navarro.
Se trataba de un periódico nacido en 1904. Políticamente, su referente eran los liberal-demócratas de José Canalejas, el cual fue asesinado en 1912. El periódico apenas le sobreviviría despareciendo menos de un año más tarde.
El Pueblo Navarro.
Otro diario liberal nacido en 1916. A diferencia de El Demócrata Navarro, era un diario menos conservador y más colaborador con el nacionalismo vasco.
Democracia.
En este caso, fue un periódico de 1932 cuya existencia ni siquiera llegó a superar el año de su fundación. Estaba promovido por el Partido Republicano Autónomo Navarro, que en 1934 se integraría en la Izquierda Republicana de Manuel Azaña.
La Tradición Navarra.
Periódico carlista nacido en 1893, pero de tendencia integrista. Sobrevivió hasta 1932 cuando fue cerrado tras el intento de golpe de estado del general Sanjurjo.
Como nota final, el recuerdo de todos estos diarios nos retrotrae a una época que hoy en día nos parece casi fantástica. Diario de Navarra, como un gran avance en su momento, para informarse de lo sucedido en el país realizaba a Madrid, Bilbao y Barcelona un total de 5 llamadas al día, de 3 minutos cada una. En esa época, Navarra era una provincia casi totalmente agraria. Pamplona tenía 30.000 habitantes que vivían dentro de las murallas. Los periódicos costaban unos 5 céntimos y tenían unas pocas páginas, aunque pocos navarros tenían dinero de sobra para pagarlos. Un problema sólo relativo a principios del siglo, cuando más de la mitad de ellos eran analfabetos.