“Muere al arrojarse desde la ventana del piso del que iba a ser desahuciado”, titulaba el viernes la edición digital del diario El Mundo denunciando otro nuevo caso de desahuciado suicida, de los que en los últimos días tanta alarma social han creado. En este caso un hombre de mediana edad en Córdoba que se arrojaba por la ventana el mismo día en que iba a ser desahuciado. Sin embargo, el caso pronto se llenaba de matices a similitud de lo que también recientemente sucedía con otro suicidio relacionado con un desahucio, concretamente el de Amaya Egaña. En el caso del hombre de Córdoba, aunque dramático, se trataba de una persona con problemas psiquiátricos que además no iba a ser desahuciado por ningún banco, sino por su propia familia. La utilización de los suicidios para crear alarma social Como denuncia Arcadi Espada respecto a este caso, se aprecia en los medios una curiosa actitud respecto a los suicidios relacionados con desahucios. El número de muertes por suicidio en España es superior al de muertes por accidentes de tráfico. Sin embargo, no verán ustedes tantas noticias de suicidios como de accidentes con víctimas mortales. La razón es que los medios evitan estas noticias por temor al efecto contagio. Sea o no sea fundado ese temor al efecto contagio, el hecho es que los medios evitan sistemáticamente las noticias de suicidios. Llama por ello la atención que, en las últimas semanas, no sólo es que el tabú haya caído sino que los medios se encuentran a la caza y captura de cualquier noticia de suicidio para publicarla inmediatamente en relación con los desahucios. En realidad, el rosario de suicidios en relación con los desahucios parece dar la razón a quienes aseguran que este tipo de noticias provoca un efecto contagio. Por otro lado también vemos que habitualmente se trata de suicidios en los que median circunstancias personales y familiares que impiden explicar estas muertes por la mera maldad de los bancos. Sea por lo uno o lo otro, interesa no dejarse llevar por estados emocionales creados por los medios para vender detergente ni perder el sentido común en el tema de los desahucios, ni en ninguno otro. Relacionado: Malditos desahucios. Sí, pero… tres reflexiones políticamente incorrectas sobre los desahucios
2 respuestas
Si el motivo de no informar de los suicidios es evitar el efecto contagio, ¿Por qué no se aplica ese razonamiento a la violencia de género?
A ver. Si una persona se tira por la ventana o se quema a lo bonzo saldrá en los periódicos. Si aparece muerto en su cama con pastillas, o ahorcado y no se ha enterado mucha gente no saldrá.
No veo que haya un amarillismo en la prensa en este asunto. Ocurre que un hecho de estos no se puede ocultar