La lucha de la izquierda contra la realidad es un trabajo constante que no permite ninguna tregua. La última expresión de esta lucha es la decisión de acabar con la altura mínima exigible para ser policía, que en el caso de los hombres era de 1,65 y en el de las mujeres de 1,60.
Interior elimina la altura mínima como requisito para acceder a la Policía Nacional.
Hasta ahora los hombres tenían que medir más de 165 centímetros y las mujeres más de 160.
Informa @jjoaquinvera https://t.co/Y4142XhujZ
— La Vanguardia (@LaVanguardia) February 14, 2022
x
Para empezar resulta llamativo que haya dos alturas exigibles diferentes para ser policía según se sea hombre o mujer. ¿Cómo es esto de defender la igualdad imponiendo puertas de entrada desiguales?
X
Rebajar la altura castiga al contribuyente
En vez de dos policías rotundos para hacer una detención harán falta 17 pigmeos esmirriados, cuyos correspondientes sueldos pagaremos entre todas y todos. Si por otro lado a cada detención tienen que acudir 17 policías, mientras se hace la detención habrá 100 manzanas alrededor sin presencia policial.
x
Si un policía con vagina de 1,40 y otro con pene de 1,50 tienen que detener a un delincuente con pene de 1,90, es probable que los dos policías acaben apalizados, inconscientes en el suelo, con la nariz rota, sin dientes y desarmados, salvo que le metan 9 taponazos al detenido, por lo que el buenismo por un lado provocará más muertos y heridos por disparos de la policía, o si no se les permite usar sus armas al esmirriado cuerpo policial habrá más policías muertos o heridos al intentar desempeñar su labor. Es un oficio donde la fuerza física es un factor relevante. Sin que exista un máximo de estatura, peso y fuerza física para los delincuentes, no tiene lógica ninguna que no haya un mínimo para ser policía.
x
Desde luego no sólo hombres y mujeres deberían pasar las mismas pruebas y tener en ellas el mismo mínimo exigible, sino que en cualquier caso, teniendo en cuenta el tipo de labores a desempeñar, ese mínimo debe ser razonable e incluso exigente. Los policías no sólo tienen que detener gente, también salvar a personas que se están ahogando o sacar víctimas inconscientes en un incendio.
X
Existe además un elemento clave en la seguridad que es la disuasión. No se trata ya sólo de que un policía puedan controlar físicamente a un delincuente llegado el caso, sino que no tenga que llegar al extremo de hacerlo porque ya el delincuente llegue con carácter preventivo a la conclusión de que no sería buena idea intentarlo. Por tanto no sólo es importante que un policía pueda resolver con contundencia un enfrentamiento, sino que lo parezca y que quite preventivamente las ganas de poner a prueba esa apariencia. Sencillamente la presencia física y la disuasión evitan enfrentamientos.
X
La única forma de igualar es por abajo siempre
Por supuesto todo esto tiene mucho que ver con la obsesión de los partidos de izquierda y “progreso” con la igualdad. Igual que las diferencias entre hombres y mujeres, o entre feos y guapos, las diferencias entre altos y bajos o fuertes y débiles para ser policía no son más que un prejuicio estructural. Por otro lado, es imposible que todo el mundo corra como el mas rápido, la única forma de ir todos en pelotón es que todo el mundo reduzca su ritmo al del mas lento. Si vamos 10 a recoger moras al bosque y uno recoge 10, moras, otro 9, otro 8, otro 7, etc, entre los 10 recogeremos 55 moras. Si vamos todos al ritmo del mas lento recogeremos 10 moras. Podemos cuestionar la desigualdad o cómo repartimos o redistribuimos las moras, pero en una sociedad igualitaria tendremos en cualquier caso 5 veces menos moras que en una desigual y competitiva.
x
La realidad no se va a adaptar a los policías bajitos igual que no se va a adaptar a los feos para que liguen igual que los guapos. Por desgracia de estos disparates, o de la mayoría de ellos, vamos a ser víctimas todos, no solo los buenistas que los promueven. Como señalaba Ayn Rand puedes ignorar si quieres la realidad, lo que no puedes ignorar son las consecuencias de ignorar la realidad. También es posible que en el fondo de esta ideología no haya un buenismo ingenuo sino una envidia y un odio enmascarado al que es más alto, liga más, está más delgado, saca mejores notas o no digamos si gana más.
X
x
Un comentario
Tarde o temprano el mayor necesita del enano.
Villarejo como modelo policial.