> N. C. La última comparecencia del representante Batasuna en San Sebastián no fue original en cuanto a las explicaciones dadas por la formación ilegal sobre el atentado de ETA y sus consecuencias. Sin embargo, sí hubo una novedad con respecto a la puesta en escena. En vez de la habitual mesa de portavoz más numerosos convidados de piedra con cara de pocos amigos, rodeados de sus pancartas reivindicativas, en esta ocasión nos encontramos con un escenario más sobrio y hasta ‘institucional’, si es que así puede calificarse a la conocida farsa siniestra de los batasunos. Como decimos, anteayer compareció Arnaldo casi en soledad, de pie frente a un micrófono y un atril, y flanqueado por la ikurrina y, ahí la innovación, la bandera de Navarra. ¿Pretendían dar más seriedad a su intervención? ¿Les ha instruido un asesor de imagen de Eguiguren o Rodríguez Zapatero? ¿Era la representación del sueño del primer gobernante de la Gran Euskadi? No lo sabemos, pero tengan en cuenta que la actuación de Otegui no fue espontánea.