Ayer Osasuna vivió un día rocambolesco más, que no será el último, con la dimisión en bloque de la ejecutiva, un plan de viabilidad mandado por correo electrónico a Hacienda y un corte de la luz en el Sadar por impago, expresión metafórica del conjunto de la situación.
Que alguien nos explique ahora lo productivo y estupendo que ha sido inyectar millones y millones de euros a Osasuna durante años para llegar a donde estamos.
Sobre todo porque, recordado los tiempos de Fermín Ezcurra, da la impresión de que no estamos donde estamos a pesar de los millones inyectados, sino precisamente a causa de haberlos inyectado. ¿Para qué hacer bien las cosas si siempre viene el gobierno y nos saca del apuro? Si Osasuna no puede caer, ¿de qué preocuparse por los gastos o los impagos?
A ver qué tiene de maravilloso para los navarros que Osasuna deba 40 millones de Hacienda, teniendo en cuenta que lo que no pone Osasuna a Hacienda lo tenemos que poner los demás. Esa es la aportación real, porque todo lo demás que aporta Osasuna es literatura deportiva y castillos en el aire. ¿En qué consiste entonces una mala inversión?
No hace falta defraudar a Hacienda como posiblemente el presidente del Barcelona con Messi si el gobierno directamente no te reclama los impuestos. O si te concede un crédito avalado por él mismo y además el dinero para pagarlo a través de un patrocinio. Y ni así se pagan los impuestos. Entonces, ¿por qué está peor lo de Rosell que lo de Izco, Archanco, Sanz y Miranda? A lo mejor aquí todo ha sido legal una vez más pero, a fin de cuentas, como decíamos, el efecto es el mismo que la defraudación pura y dura: que la parte para pagar la Sanidad o la Educación que no pone Osasuna la tenemos que pagar los demás, pagando lo nuestro y lo de Osasuna. ¿Qué nombre hay que poner a un comportamiento continuado consistente en que unos sistemáticamente no pagaban y otros sistemáticamente no cobraban los impuestos a una empresa concreta?
Que si es por los beneficios económicos que genera Osasuna para Navarra (cada vez más cuestionables), lo mismo se podría alegar respecto a cualquier empresa o cualquier contribuyente para dejar de exigirle pagar los impuestos.
De hecho, a lo mejor lo que hace que Navarra sea Navarra es el esfuerzo callado, humilde y anónimo de cientos de miles de navarros productivos, más que una gran marca cargada además de números rojos.
A fin de cuentas hay grandes potencias económicas que ni saben lo que es el fútbol y países bastante lamentables con mucha afición al fútbol y muchos mundiales ganados. El fútbol está muy bien, pero no parece que ser Finlandia pase necesariamente por el fútbol.
Ni para ayudar a Osasuna vale todo, ni Osasuna es un bien absoluto. El apoyo a Osasuna debe tener unos límites éticos, legales, lógicos y económicos.
Da la impresión de que aquí han fallado, como mínimo, tres de los cuatro.
Una vez más interesa recordar la pequeña gesta del Eibar, el espejo ante el que quizá tengan que mirarse los osasunistas (no los contribuyentes) para encarar el futuro. El modesto y saneado club guipuzcoano, que con el menor presupuesto de Segunda ha conseguido el ascenso a Primera, ya casi ha conseguido completar la suma que necesita para ampliar capital hasta los límites que injustamente le impone la ley, una ley que en España rescata y ayuda al mal gestor mientras aplasta al gestor eficiente. ¿Cómo sorprenderse luego de que sea raro el bien que se castiga y florezca el mal que se estimula?
3 respuestas
Estaría bueno que Miguel Sanz acabara en la cárcel no por lo de la CAN, o de del Circuito de Los Arcos, o la traición del Quesito a Navarra y a España entera, y fuera por los chanchullos de Osasuna.
Bueno, al fin y al cabo, Al Capone acabó, sifilítico perdido, sus días en la cárcel no por sus múltiples delitos de contrabando de alcohol, drogas, manejo de la prostitución, robos, palizas y asesinatos, sino por unos delitos fiscales con la pasta amasada.
Justicia poética. En la cárcel y como guinda, con sífilis galopante.
Y los vasquitos queriendo denunciar y procesar judicialmente a Marta Vera. Pero… ¿les han escuchado algo acerca de -siquiera investigar- la vista floja que desde la Hacienda Foral se ha tenido con Osasuna?
No, que eso resta votos.
Pues, eso, que estamos para lo que estamos.
Para Marta Vera y para la defensa del águila Botelli (se lo prometo, un chico de Bildu esta semana ha planteado una pregunta parlamentaria para la defensa de tan vital, grato y conocido animal, y no se llama Felix Rodríguez de la Fuente).
En una empresa, cuando la cosa se pone fea, los socios tienen que hacer «derramas» o ir a concurso. Yo no tengo carnet de socio…
La de burbujas que estallan a los que llegan después del que las provocó.
El periódico más leído en España es el Marca. Así nos va!