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La burbuja del fútbol
El fútbol español se encuentra en estado de quiebra generalizada. Aunque la mayoría de los españoles piensan que la causa de la crisis es la burbuja del ladrillo, lo cierto es que la burbuja del ladrillo es más bien una consecuencia que la causante de la situación creada. De hecho existen muchas burbujas creadas por la política de bajos tipos de interés que durante mucho tiempo han mantenido la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. Unos tipos de interés que en el caso de España llegaron a ser incluso negativos. Una de estas burbujas, a la que ahora también nos enfrentamos, es la burbuja del fútbol, que por otra parte, como vamos a ver, no excluye una gestión pésima y continuada de los recursos.
En “la Champion´s” de los quebrados
Osasuna no es sino uno más de los clubes de fútbol que ya se asoman a la larga lista de clubes quebrados. De hecho, la lista de clubes que están o han estado en concurso de acreedores durante los últimos años incluye al Sporting de Gijón, al Málaga, a la Real Sociedad, al Levante, al Rácing de Santander, a Las Palmas, Albacete, Alavés, Celta, Murcia y Alicante, al Rayo Vallecano, Zaragoza, Mallorca (que perdió por ello plaza en la Copa de Europa), Betis, Granada, Hércules, Recreativo, Jerez, Córdoba, Cádiz y Poli Ejido. En ciertos casos, la quiebra del equipo supuso la pérdida de la categoría. Retrotrayéndonos a la crisis anterior, encontraríamos los casos del Sevilla y el Celta. En 2008, la Real Sociedad estuvo a punto de quedar en manos de inversores chinos y el estadio de Anoeta, no es ningún chiste, a poco estuvo de convertirse en el Beijing 2008 Arena.
Ya vamos por el tercer rescate
Corrían los años 80 y ya entonces los clubes de fútbol afrontaron una quiebra generalizada. Las inversiones multimillonarias en el Mundial 82, desafiando una vez más los principios keynesianos, condujeron a los clubes al borde del abismo. De aquellas fechas data la creación de la Liga de Fútbol Profesional y la condonación de todas las deudas a cuenta ficticia de los ingresos de las quinielas. El segundo rescate se produjo en 1990, cuando de nuevo la ruina económica desencadenó la Ley del Deporte y la conversión de los clubes de fútbol en sociedades anónimas (con la excepción del Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y el entonces bien gestionado Osasuna). El segundo rescate supuso una nueva condonación de deuda pero, si algo ha quedado demostrado con los planes de rescate, es que a largo plazo no sirven para nada. En 1992 la deuda de los clubes volvía a superar los 170 millones de euros y en la actualidad, volviendo a la burbuja presente, supera los 5.000 millones de euros. En todo este tiempo, a la burbuja monetaria se ha sumado la mala gestión y la inagotable financiación pública indirecta de los clubes en apuros, en virtud de la cual el tercer rescate ya es crónico y vivimos con él hace años.
El cáncer de la cultura del rescate
Tres rescates y 5.000 millones después no cabe duda de que los rescates no sirven para nada, una moraleja que habría que aplicar a cualquier tipo de rescate al margen de lo futbolístico. La moraleja de los rescates económicos es obvia: si eres un buen gestor eres tonto. La riqueza que generas se usará para salvar a los malos gestores. Los impuestos sobre tus beneficios servirán para tapar los fichajes y los agujeros de los clubes manirrotos. Si alguien gestionara bien un club de futbol después de otro rescate seria idiota. Si a Osasuna hoy se le perdonan 20 millones, dentro de 10 años habrá que perdonarle 200.
Ayudar a Osasuna
Perdonar el IRPF o el IVA a Osasuna es condenar a pagar su parte al resto de los navarros. El dinero de menos que pague Osasuna y sus jugadores para colegios u hospitales es dinero de más que tienen que ponerlo con su IVA o su IRPF el resto de los navarros. No tiene sentido ni es justo entregarle a Osasuna el dinero que se le ha quitado a la ópera, al teatro, a los funcionarios o a los colegios concertados. No puede haber una vara de medir para Osasuna y otra para el resto de los navarros. Eso no quiere decir que a Osasuna no se le puedan aplicar los mismos aplazamientos para, por ejemplo, pagar el IVA, que debidamente avalado (si se puede avalar) se le concede dentro de la ley a cualquier empresario navarro. Ni un euro más de exigencia para Osasuna que para el resto de los navarros, pero tampoco un euro menos.
Sin una gestión económica responsable no sólo no hay pensiones, ni Educación, ni Sanidad, sino tampoco fútbol
A los guiñoles franceses se les ha escapado el dato de que La Liga de las Estrellas presenta unos niveles de doping financiero mucho más relevantes que los de doping farmacológico. Qué sentido tiene, al menos para la igualdad de la competición, establecer controles antidoping si todos los clubes de futbol están economicamente dopados y si uno de ellos no lo está juega en desventaja. La solución, evidentemente, no es dopar a todos, sino que no se dope economicamente a ninguno. Mantener la igualdad de la competición no pasa por aumentar las ayudas sino por retirarlas todas. Es bueno que empiece a calar en la opinión pública la idea de que sin una gestión económica eficaz y responsable no sólo no hay salarios, ni pensiones, ni Educación, ni Sanidad, sino tampoco fútbol. Y que si por el tamaño de nuestra comunidad somos los más pequeños en una liga de fútbol, también seremos los más pequeños en una competición de subvenciones o condonaciones. El resultado será el mismo pero encima nos arruinaremos.
Para los partidarios del rescate
En todo caso resulta muy sencillo encontrar un cauce para aquellos forofos que, henchidos de amor a los colores y navarrismo mal entendido, se encuentren dispuestos a salvar a Osasuna a costa de su patrimonio. La solución es tan sencilla como que Osasuna abra una cuenta para recibir las donaciones voluntarias de los aficionados más voluntariosos. De esta forma nadie podría impedir que quien quiera salvar a Osasuna lo salve a su propia costa, pero tampoco se le impondría a nadie un rescate. Tal vez entonces también se vería hasta dónde llega el interés real de los navarros o el amor desinteresado a los colores. Un amor más condicionado pasaría por la emisión de acciones de forma que, a cambio de su aportación, al menos los rescatadores, además de una parte de la propiedad, tuvieran voz y voto en la dirección del club. Si no, habrá que esperar a un mecenas moro después de todo.
7 respuestas
La gestión de Osasuna no ha sido tan mala. En un mundo de despilfarro y de desprecio al dinero, Osasuna ha mantenido año tras año y desde hace más de una década una competitividad deportiva en la élite con unos presupuestos ajustadísimos.
Con la que está cayendo no le ha faltado nunca a ningún empleado del club su nómina a final de mes y si, claro que tiene deuda con Hacienda, pero sin ella no disfrutaríamos de nuestros “rojos” cada domingo.
El obvio que en este país hay un problema con el fútbol (otro más), pero a nadie se le escapa lo que genera este deporte. Y ya no solo hablo de que dinero llama a dinero, no solo de que hace dos fines de semana el nombre de Pamplona diese la vuelta al mundo por ganar al Barcelona, hablo de pasión, sentimiento… hablo del opio del pueblo.
Y este es un opio curioso, ya que alimenta y sacia tanto al descerebrado Indar Gorri tirapiedras como al notario conservador de pluma en sombrero.
Mi opinión es que, sin volvernos locos, hay que darle un trato de favor a Osasuna, por lo que significa para Navarra como marca y por lo que significa para los navarros como sentimiento. Si, sentimiento, eso que a veces el dólar no nos deja ver que es.
Es cierto que la gestión de Osasuna no ha sido tan mala, en comparación a otros clubes del futbol español. Pero eso no es decir mucho.
Osasuna se debe mantener por si misma, debe mantenerse gracias a sus socios, gracias a su cantera, publicidad, etc. Por sus propios medios como club deportivo que és, igual sucede en baloncesto, balonmano, etc.
El Gobierno de Navarra podrá anunciarse en su estadio y pagar cuotas por publicidad, como hace cuando se anuncia en el Diario o en las radios en las diferentes campañas que realiza.
Pero una cosa es que contribuya de alguna forma y otra muy distinta es que todos los navarros, nos guste el futbol o no, mantengamos a Osasuna. No es lícito, ni de sentido común.
Pamplona es una ciudad con muy pocos habitantes y con pocos socios como para mantener olgadamente un club de futbol en 1ª división, donde hay clubes con muchísimos más recursos económicos, más socios, más afición y la mayoría de ellos son de ciudades con muchos más habitantes que Pamplona.
Es muy complicado competir así, cuando el principal escoyo es el dinero, pero lamentablemente es lo que hay…
Si pueden hacerlo por sus propios medios, arreglándose con su presupuesto para continuar en primera y no endeudarse, me parece perfecto, ojalá lo consigan y si no pueden porque no les llega el dinero; que le vamos hacer. No vamos a costear todos los navarros el ocio hipercaro de algunos…
LAS FRASES.- Patxi Zabaleta: …»ningún trato de favor es lícito en materia fiscal» «la Administración no puede ni debe hacer favores». Bakartxo Ruiz: «sería hiriente que se diera un trato de favor a Osasuna».
LOS DATOS.- Ayudas a los clubes:
Athletic Bilbao. 3 millones de la Diputación de Vizcaya para el fútbol base. 2,1 millones de la empresa semipública Petronor, por llevar la publicidad. 2 millones de la BBK. Le construyen un estadio de 211 millones (80% dinero público). Ayudas a través de la ETB (sin cuantificar). Pago del IRPF a la Diputación de Vizcaya por la ficha de los futbolistas 20%.
Real Sociedad. 2,1 millones de la Diputación de Guipuzcoa para el futbol base. 1.6 millones publicidad en las camisetas, de la Diputación de Guipuzcoa. El estadio de Anoeta costó 40 millones (93% dinero público). 12 millones para construir Zubieta. Debe 20 millones a la Hacienda de Guipuzcoa. Se le aplazó el pago de 27 años a 50 años y no como deuda, sino como un préstamo participativo. Ayudas a través de la ETB (sin cuantificar). Pago del IRPF a la Diputación de Guipuzcoa por la ficha de los futbolistas 25%.
C. A. Osasuna: 140.000 euros/año para el futbol base. 1.2 millones por la denominación «Reyno de Navarra» al estadio. Pago del IRPF a la Hacienda foral por la ficha de los futbolistas 48%.
Como pueden comprobar, esa pareja de políticos rechazando una cosa aquí y aceptándola allí, son serios candidatos para obtener el «Oscar a la coherencia».
Fútbol? fútbol? mmmm… de qué me suena. Ah sí el fútbol era ese invento maléfico del perverso Francisco Franco que lo utilizaba junto con los toros para mantenernos alienados durante el anterior régimen.
Por lo menos ahora, en democracia, no echan ni toros ni fútbol por la tele. Sólo información y «divulgativos». Así da gusto.
Hagamos números:
Suponiendo que las fichas de la plantilla de futbolistas de Osasuna en 1ª división supongan 20 millones de euros, el pago del IRPF, reducido al 25% (como en el resto del país salvo en Vizcaya que es el 20%), sería de 5 millones para la Hacienda Foral.
Si Osasuna baja a 2ª, el montante de las fichas puede suponer la mitad, o menos, que en 1ª; poniendo que sean 10 millones, al 48% actual, los ingresos de hacienda serían de 4,8 millones.
Si el club desaparece, los ingresos serían 0 euros.
Qué le interesa más a la Hacienda Foral, y a los navarros: ¿que Osasuna esté en 1ª, en 2ª, o que desaparezca?.
En estos casos, por diferentes motivos casos especiales, no queda más remedio que negociar. ¿Y yo por qué no puedo negociar mis impuestos o tener trato de favor? Pues porque ni he ganado cinco Tours, ni dos campeonatos de F1, ni tengo una empresa que produce 1000 coches al día, ni… ¡Ya me gustaría a mí que, alguna de las grandes fortunas mundiales, cotizaran a la Hacienda de Navarra, aunque fuera al 2%!
Lo de la “igualdad” solo existe en la ideología socialista, que está basada en la utopía y no en la realidad. Iguales somos ante Dios y, para aceptarlo, hay que ser creyente.
El autor del artícilo dice: «La solución es tan sencilla como que Osasuna abra una cuenta para recibir las donaciones voluntarias de los aficionados más voluntariosos». Eso es, como se hizo el Baluarte o el Planetario…
Otra forma: Que pongan, en la declaración de la renta, casillas para todas las prestaciones y subvenciones que salen del presupuesto, o sea, de nuestro bolsillo, para marcar sí, o no, las que a cada uno le apetezca. Una lista con las ayudas y subvenciones a: Partidos políticos, sindicatos, parlamentarios, al euskera (modelo D), libros de texto gratis, plan renove, escuela de teatro, conservatorio superior, Baluarte, Planetario, Circuito de Los Arcos, Universidad en Tudela, ayudas a la vivienda, becas y bequicas de todo tipo, y más, y más, y más… Total 3.153 casillas, o más. ¡Esto sí sería la declaración de casillas, y no la del portero del R. Madrid!.
Aunque, lo mejor sería pagar TODOS menos impuestos, y que las prestaciones que se paguen con ellos, sean SOLO para los necesitados y para servicios colectivos imprescindibles; los demás ya somos mayores para organizar nuestra vida y pagarnos solicos nuestras necesidades y caprichos. Donde mejor está el dinero es en el bolsillo del contribuyente. Lo contrario es dar más poder a los políticos para que nos lleven de la mano como a niños.
Me cansa bastante que los patriotias vascos traten los asuntos navarros con distinta vara de medir que en euskadi.
Ya está bien, que primero sois navarros y después lo que os de la gana.
Al Bilbao (yo cojo la parte por el todo, y utilizo la denominación de toda la vida) mucha pasta para que pueda fichar jugadores navarros.
A Osasuna (único equipo en la élite con nombre en vascuence – euskera esateko-) que le den. Hagamos grande al de Bilbao, verdadera capital de la gran Euskalherria.
Zabaleta y demás mas patriotismo con vuestra tierra…