Ortuzar humilla en el Alderdi Eguna a los socialistas que apoyan a los nacionalistas

“Me hace gracia cuando la oposición nos dice que no nos subamos a la parra presumiendo de cómo van las cosas en Euskadi porque, dicen, ‘Euskadi no es una isla’. Claro que no es una isla. Por eso tiene más mérito lo que hemos hecho en estos cuarenta años. Euskadi no es una isla: ¡Euskadi, lo que es, es la leche!”. Con este estilo chabacano, mezcla de Jesús Gil y Revilla, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, comenzaba ayer su discurso en el Alderdi Eguna (el Día del Partido) celebrado en las campas de Foronda.

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Sin abandonar el mismo tono vulgar, el líder en la sombra (o no tan en la sombra) del partido al que Chivite tiene como socio preferente y pilar de su gobierno, criticó una sentencia del Supremo respecto a la igualdad estatal en el sistema de becas, pero eligiendo para hacerlo las siguientes palabras: “Nos quieren iguales… pero para empeorar. Esa es la idea que tienen algunos de su gran España. Luego querrán que los vascos se sientan españoles. !Ni por el forro¡».

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Con todo, lo más llamativo del discurso de Ortúzar sea la forma en que apeló al voto de cara a las elecciones generales del 10N.

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La ultima frase de que todos los enfadados con España no se abstengan y les voten nos da la clave no ya del discurso de Ortúzar el domingo, sino de Ortúzar siempre, la del nacionalismo todos los días, la única idea del nacionalismo de hecho. Los líderes nacionalistas no están enfadados porque España les trate mal, los nacionalistas están enfadados porque estar enfadados con España es su negocio. La idea que les da los votos. No pueden no estar enfados con España sin suicidarse políticamente.

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Cuando Chivite dice que pactando con los nacionalistas ha conseguido un gobierno plural y transversal que apuesta por la convivencia y el diálogo frente al enfrentamiento, o alguna oquedad verbal similar, es que la presidenta o no se entera de nada o nos trata a los navarros como si fuéramos nosotros los que no nos enteramos, porque sus socios de gobierno no quieren diálogo, entendimiento y convivencia, sino aumentar su masa social a costa del control de las instituciones, el dinero publico y la ingeniería social y lingüística, para llegar a la ruptura y a la quiebra de la convivencia. Un nacionalista no puede decir nunca que hoy España no nos ha atacado, porque se queda sin discurso. No es pluralidad lo que quieren los socios de Chivite, sino una sociedad nacionalista monocolor. La pluralidad, en todo caso, la defienden los no nacionalistas. Obviamente si no pactas con el centro-derecha porque te contaminas de centroderechismo, no pretendas haber pactado con nacionalistas sin haberte contaminado de nacionalismo. Y esto no es crispar aunque le moleste a Chivite, es decir la verdad.

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Chivite es la monaguilla del PNV

La semana pasada Chivite mantenía un agrio enfrentamiento parlamentario con Esparza en el que Chivite acusaba a Navarra Suma de pretender que los socialistas fueran sus monaguillos. Una vez más, sin embargo, Ortúzar deja bastante a las claras para quien quiera verlo que es el propio PNV quien contempla a los socialistas que le apoyan como sus monaguillos, y como tales los trata, de una manera ostensiblemente ofensiva, sabedores de que pueden tratar a los socialistas de lacayos y no pasa nada, porque el PSOE necesita de los votos del PNV en el Congreso. Unos votos sin los que, por cierto habría que ver cómo le hubiera ido a la no isla vasca de la que hablaba Ortuzar al principio repartiendo becas y sacando pecho.

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