El PSOE sigue preparando al rebaño para inmunizarlo frente al escándalo de indultar a los líderes encarcelados de los partidos con los que se encuentra asociado. Ayer mismo Pedro Sánchez explicó que tomaría una decisión basada en la concordia y no en la venganza. Sánchez juega junto a Otegui, los patronos de los bukaneros y los patronos golpistas de los CDR en el equipo del amor y la concordia. Los que no están en el equipo de Sánchez son el equipo del odio, la venganza y el resentimiento.
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Pedro Sánchez, sobre los indultos a los presos del procés: “Yo, que apoyé al Gobierno entonces, tengo muy claro que la decisión que tome va a tener muy presente valores constitucionales como la concordia, el diálogo, el entendimiento… No la venganza o la revancha" pic.twitter.com/VSS6lmk2pP
— El HuffPost (@ElHuffPost) May 25, 2021
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Si manipular a los españoles requiere sutileza hay esperanza. Si por el contrario basta o incluso conviene ser burdos estamos perdidos, porque más burdos no pueden ser los razonamientos de Sánchez. ¿Por qué no indulta Sánchez a Rato, Bárcenas o Urdangarín en nombre de la concordia? ¿Por qué no indulta a todos los presos de España? ¿Por qué indultar sólo a los líderes del separatismo catalán? No hace falta recurrir a Coco para explicarlo porque la explicación resulta evidente.
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¿Cuándo es justo y cuando es venganza que alguien esté en la cárcel? Aunque podría pensarse que nos encontramos ante una pregunta profunda, lo cierto es que la respuesta es muy fácil. Si tienes los diputados que a Pedro Sánchez le hacen falta para tener la presidencia, tenerte en la cárcel es resentimiento y venganza. Si no tienes nada que le haga falta a Sánchez para ser presidente, que sigas en la cárcel es lo apropiado y lo justo. No hay más complicación en todo este asunto.
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Lo anterior, por otro lado, no es sólo burdo, es dinamitar el estado de derecho. Los terminales mediáticos de la izquierda ya están embarrando el debate recordando los indultos otorgados por el PP a Vera y Barrionuevo, a unos mossos acusados de torturas o a unos terroristas de Terra Lliure. Pero nada resulta comprable a esto por lo que respecta a su gravedad.
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Para empezar, lo que haya hecho o dejado de hacer el PP en tiempos de Aznar será un problema del PP, incluso de los líderes pretéritos del PP, pero en absoluto es algo que pueda vincular o condicionar el rechazo a los actuales indultos del conjunto de la ciudadanía española. En segundo lugar, el PP llevó a cabo esos y otros indultos con mejor o peor fortuna, pero no como parte de un intercambio con los condenados para hacerse con el poder. Por lo que respecta a los GAL, por ejemplo, fue de algún modo un favor que le hizo al PSOE y a los condenados a cambio de nada. Si el PSOE indultara a Bárcenas sería grave. Si es el PP el que indultara a Bárcenas sería más grave. Pero si Sánchez indulta a Junqueras a cambio de los escaños de Junqueras para que Sánchez conserve la presidencia, la gravedad alcanza dimensiones inasumibles. La corrupción es muy mala, pero no es lo peor que puede amenazar a un estado. Lo peor que puede amenazar a un estado es lo que el PSOE está haciendo: indultar a unos golpistas para comprarles los votos. Además los golpistas no sólo no se muestran arrepentidos sino que anuncian que en cuanto puedan volverán a intentarlo.
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Para Sánchez la sentencia del supremo fue revancha y venganza e indultar a los golpistas es restaurar la concordia. pic.twitter.com/aIyC7lxUuL
— Miguel Ángel Valle (@MAngelvm) May 25, 2021
Paralelamente, hemos visto cómo los terroristas de ETA no arrepentidos han ido siendo acercados en su totalidad al País Vasco. Después se han transferido a la CAV las competencias sobre prisiones, el resto podemos imaginarlo. No es concordia. La concordia no se compra. Esto es un trapicheo político sin límites legales ni morales. Uno de los graves problemas del actual gobierno es que no se puede depender de los golpistas y al mismo tiempo defender al país de los golpistas. Ya lo estamos viendo. Aquí se ha dado un golpe de estado institucional en Cataluña y los golpistas, tras ser juzgados con las máximas garantías, han sido condenados por sedición y malversación de fondos públicos. Si el PSOE compra la presidencia a cambio de pagar con los indultos a los golpistas, no sólo es que el golpe queda impune, o que el gobierno queda en manos de los golpistas, sino que el PSOE pasa a algo así como a formar parte del problema del golpe. Es por ello que en este caso no podemos hablar de unos indultos más o menos acertados, sino de vaciar de sentido el estado de derecho. De algún modo a eso también podríamos llamarlo golpismo.
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