El 2-J encuentra en Berrioplano un nuevo ejemplo de imposición lingüística contra el que manifestarse. Los interinos, algunos de ellos con muchos años en el puesto, van a perder su empleo al salir las plazas que ocupan con requisito de vascuence. Es decir, ni siquiera van a poder aspirar a la plaza cuando salga por culpa del idioma. Se trata de una plaza de arquitecto y varias de administrativo, para las que se exige el EGA o C1 de euskera, B2 en algún otro caso. El resultado es que las personas que están desempeñando actualmente esas funciones de forma interina, aunque desde hace muchos años, se van a ver fuera de su empleo para ser sustituidos por vascoparlantes.
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En el caso del Secretario, que se jubila en junio, al ser éste el motivo de su cese no perderá el empleo. Sin embargo, su sucesor tendrá que tener el EGA porque también para esta plaza se exige el vascuence. Como se viene denunciando toda la legislatura, el cuatripartito está convirtiendo el vascuence en un auténtico permiso de trabajo, en una comunidad en la que la inmensa mayoría de la población es castellanoparlante. El resultado evidente es la discriminación de los castellanoparlantes y el reparto preferente del empleo, particularmente el empleo público, entre la población vascoparlante. Claramente se trata de la utilización de la administración y los sectores públicos para obligar desde el poder a la población a aprender vascuence. Contra esta imposición y no contra el vascuence es contra lo que se convoca la manifestación del 2-J.
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Berrioplano se encuentra gobernado por la agrupación electoral Plazaola, a la que pertenece el alcalde, la cual integran personas vinculadas a Podemos, Geroa Bai, e I-E y que recibe el apoyo externo de Bildu.
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2 respuestas
Contra estas cacicadas hay que llegar recurriendo hasta Estrasburgo, si es preciso.
Un motivo más para acudir a la marcha del 2J