Durante muchos años, Diario de Navarra ha sido una máquina de generar cash flow. La empresa, sin embargo, tenía que hacer frente de alguna manera a la evidente maduración del sector. Es por ello que todo ese dinero generado se dedicó en buena medida a todo tipo de inversiones, destinadas a transformar Diario de Navarra de periódico de papel a grupo multimedia. Distintos asesores, a cual más reputado, fueron compareciendo en las sucesivas juntas de accionistas explicando las bondades de todas y cada una de las multimillonarias inversiones que, al cabo del tiempo, han ido demostrando ser un fracaso. El más sonado y reciente hasta ahora el de Vocento, donde Diario de Navarra perdió más de 12 millones de euros.
Paradójicamente, Diario de Navarra es apenas la única empresa del grupo La Información que genera beneficios. Aquellas otras empresas destinadas a tomar el relevo son una ruina, lastran los resultados del grupo y sólo sobreviven gracias a los fondos precisamente de aquel a quien tenían que suceder: el viejo Diario.
Otra inversión estrellada.
La última de estas sonadas inversiones al tresbolillo, como decíamos, ha dejado de ser Vocento para convertirse en “El Universal”. El gratuito que tiraba desde hace 4 años 60.000 ejemplares diarios en los vuelos de Iberia ha cerrado. La Información S.A, empresa editora de Diario de Navarra, era una de las dos empresas copropietarias. La caída de los ingresos publicitarios ha hecho insostenible la continuidad de este gratuito, que pone de nuevo en cuestión la eficacia de un consejo de administración dotado -al parecer- de un sexto sentido para apostar por inversiones perdedoras. Afortunadamente para él, la última junta de accionistas demostró que el conformismo y la indolencia son mayoritarios.
