¿Nuevo ataque del cuatripartito a la educación concertada?

Una de las novedades de la campaña de inscripción en los ciclos de educación infantil y primaria del siguiente curso es que el Departamento de Educación, que hace dos años estableció el ratio de 25 alumnos en la red pública, dijo entonces que con el objetivo de llegar a la situación previa a la aplicación de distintos recortes, ahora establece esta misma ratio de 25 alumnos en los centros concertados. De este modo, explica el ejecutivo, se cumple con la resolución 629/2017 que establece que, “en todos los cursos de Infantil y Primaria se establece un ratio máximo de 25 alumnos por aula”. La consejera Solana recordó que esta medida viene a cumplir con el compromiso adquirido en el acuerdo programático del cuatripartito.

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¿Una soga al cuello para la educación concertada?

La neutralidad de la medida parece discutible si atendemos a las diferentes ratios que presentan la educación pública y la concertada en Navarra. Según los datos del informe 2016-2017 del Consejo Escolar de Navarra, la ratio de alumnos por profesor en Bachillerato y en la educación concertada son apreciablemente más altos que en la pública, concretamente 30,1 frente a 26,5 alumnos, siendo en general más elevadas las ratios en toda la educación concertada que respecto a la pública, también en primaria e infantil.

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Tanto la media de la educación pública como la de la concertada estarían en muchos colegios por encima de la ratio fijada por Educación con estos guarismos publicados por el Consejo Escolar, lo que en ambos casos obligaría a aumentar el número de clases o a reducir el número de alumnos. Por este lado es por donde se teme que pueda venir el ataque.

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No renovar los conciertor. No permitir la ampliación del número de clases

A comienzos de 2015, a instancias de IU, se estuvo a punto de aprobar en el Parlamento de Navarra una moción con los siguientes tres puntos. Interesa particularmente en relación a la noticia de hoy el punto tercero.

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1. El Parlamento de Navarra exige al Gobierno de Navarra que no subvencione las enseñanzas que se imparten en los centros educativos privados que separan al alumnado en aulas diferentes por razón de sexo.

2. El Parlamento de Navarra exige al Gobierno de Navarra que retire los conciertos a los centros privados que seleccionen al alumnado por razón de religión, sexo, capacidad o cualquier otra circunstancia individual del alumnado o sus familias.

3.El Parlamento de Navarra exige al Gobierno de Navarra que no aumente las unidades concertadas en los centros educativos de titularidad privada.

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La diputada de IU Marisa de Simón glosó el tercer punto de la moción en los siguiente términos: “En tercer lugar, que no haya más unidades concertadas, por supuesto, porque es la enseñanza pública la que tiene que dar respuesta a las necesidades de la población”.

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La única razón por la que no se aprobó aquella moción en aquel momento fue que Geroa Bai se opuso a ella para defender las ikastolas concertadas de la zona no vascófona.

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En noviembre de 2016, sin embargo, ya tras el cambio de gobierno, el cuatripartito expresaba su voluntad de reabrir el debate de los conciertos educativos. Marisa de Simón señaló en esta ocasión que “hay que avanzar hacia la reversión de los conciertos educativos, empezando por las enseñanzas no obligatorias”, y que pese al debate existente en el seno del propio cuatripartito, las formaciones que lo componen ya habían acordado que “los conciertos que tengan que ser objeto de renovación lo sean por un año, mientras los cuatro partidos analicemos cuál es la situación”. Pues bien, ahora podemos estar entrando en la fase de ofensiva final contra los colegios concertados navarros, o eso se empieza a temer más de un observador.

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Educación más cara con peores resultados, aunque la ratio sea menor

Aunque las implicaciones políticas y la libertad educativa son el factor clave de cualquier análisis, existe una vertiene económica que tampoco conviene despreciar totalmente porque si el coste de la educación concertada le sale a la administración más barato que el de la pública, uno de los elementos que precisamente explican ese hecho es la mayor ratio de alumnos por profesor, aunque los resultados de los colegios concertados navarros sean mejores tanto en PISA (superiores a la educación pública de Finlandia) como en la Selectividad.

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La libertad educativa es un incordio para el adoctrinamiento gubernamental

Si el cuatripartito limita la ratio de alumnos por profesor a 25, bastante por debajo de la ratio de 30,1, a los colegios concertados, como decíamos, sólo les queda o abrir más clases o empezar a rechazar alumnos. Pero si el cuatripartito se niega a permitir que se abran más unidades, no digamos si cuestiona la renovación de conciertos, el resultado pueda ser un éxodo masivo y obligatorio de alumnos del sector concertado al sector público. De lo que no hay duda es de la hostilidad del cuatripartito a la educación concertada. La educación concertada es la que garantiza la calidad de la pública porque, cuando la educación pública es deficiente, las familias se pasan a la concertada. Por otro lado, la educación concertada es un obstáculo para el adoctrinamiento de los escolares, si el gobierno tiene ese sector educativo fuera de su total control. Es por ello que para el nacionalismo o Marisa de Simón la educación concertada es el enemigo a batir. Es la barrera que impide formar a las futuras generaciones de votantes progresistas, laicos, euskaldunes y abertzales por mala que sea la educación pública, ya que la educación concertada ofrece una alternativa que las familias pueden elegir. No hay adoctrinamiento gubernamental, o es mucho más difícil, si hay libertad educativa y libertad de elección.