Escuchando hablar a los prebostes socialistas durante los últimos días, alguien podía pensar que la subida de impuestos era algo que pertenecía:
a) Al mundo de las hipótesis y reflexiones personales del ministro de turno.
b) A un momento no sólo hipotético, sino indeterminado y en todo caso futuro.
La realidad es que la subida de impuestos es un acontecimiento inmediato para el que ya se están negociando apoyos políticos y contrapartidas con ERC e IU. No sólo eso, sino que los impuestos ya nos los habían subido este año. Es más, de hecho el impuesto que nos habían subido este año es el mismo impuesto que ahora van a volver a subirnos. En el caso concreto de los navarros, la subida se decidió a finales del año pasado, y consistió en un incremento de la tributación de las rentas del capital del 15% al 18%. Suma y sigue: esta subida se suma a otras en plena crisis, también anteriores y tampoco a los ricos, como la de los combustibles, que recientemente analizamos y que ya estamos pagando.
Segunda mentira: sólo a los ricos.
Una vez sentado que no sólo los coches de los ricos funcionan con gasolina, recordemos que hace sólo cuestión de días que el ministro de Fomento, José Blanco, hablaba de subir los impuestos únicamente a las rentas superiores a los 50.000 euros. La reforma que se plantea ahora se refiere sin embargo al amplísimo espectro de las rentas del capital mobiliario (ahorradores en fondos, acciones, bonos, deuda pública, dividendos…). Usted ya ha pagado un impuesto (el IRPF) por el sueldo que cobra por realizar su trabajo. La Administración, sin embargo, no se conforma con cobrarle una sóla vez por su sueldo. Si usted ahorra y lo va guardando, es probable que –aunque sólo sea para protegerse de la inflación- decida invertirlo de algún modo. Una forma posible, utilizada por millones de españoles pertenecientes a las clases medias, es invertirlo en fondos de inversión o directamente en empresas que cotizan en bolsa. Es a todos estos ahorradores de las clases medias, a los que el gobierno ya les subió este mismo impuesto el año pasado, a los que el gobierno en plena crisis va a volver a exprimirlos. Imaginen a uno de estos pequeños ahorradores que tan sólo tenga ahorrados 10.000 euros (por los que ya ha pagado IRPF), que hubiera tenido la sangre fría y el coraje de invertirlos en plena ola de pánico allá por marzo, que ahora acumule una plusvalía del 20% (es decir, de 2.000 euros). Este pequeño ahorrador, que en absoluto es un potentado, ha visto este año cómo la Administración –sin haber arriesgado nada- ha pasado de arrebatarle 300 euros por su plusvalía, a arrebatarle 360. Es decir, un 20% más que antes de la subida. Pero ésta es sólo la subida del año pasado. El gobierno socialista habla ahora de una nueva subida.
En cuanto a los ricos de verdad, son los 439.395 privilegiados que invierten a través de las 3.347 SICAV existentes en España. Las SICAV son un instrumento de inversión para grandes capitales que tributa al 1%, al que no le afecta esta subida de impuestos. Nos lo contaban ayer en Cotizalia.
Tercera mentira: para ayudar a los parados, a las viudas y a los niños hambrientos.
Parece ser que un tropel de asesores entró en el despacho de Zapatero en la Moncloa planteando al presidente dos formas de presentar a la opinión pública la subida de impuestos. La primera forma de explicar la subida era decir a los españoles que hacían falta más impuestos para poder pagar a Leire Pajín sus tres sueldos acumulativos a cargo del erario público (240.000 euros anuales). El eslogan de la campaña podía rezar: “Hazlo por Leire”. La segunda manera de convencer a los españoles era decirles que había que subir los impuestos para ayudar a los parados, a las viudas y a los niños hambrientos. Dicen que Zapatero se tomó su tiempo, no quiso precipitarse, llamó a Moratinos, reflexionó largamente la cuestión y –finalmente- se volvió hacia su tropel de asesores diciendo: “que casi mejor que les digáis lo segundo”.
El caso es que, según las cifras del artículo de Cotizalia que acabamos de citarles, cada punto porcentual de subida del impuesto sobre las rentas del capital mobiliario supondrá para las arcas públicas un ingreso de alrededor de 900 millones de euros. Una gota en el mar, frente al déficit público previsto de unos 100.000 millones de euros (el 10% del PIB, aproximadamente). No sólo eso. Todos recordamos cómo tras ganar las elecciones en marzo del 2008, en vez de recortar gastos, Zapatero tiró la casa por la ventana y creó –por si fueran pocos- dos nuevos ministerios: los de Igualdad y Vivienda. Pues bien, hemos rebuscado en la red el presupuesto para este año de ambos ministerios y nos encontramos con que el Ministerio de Vivienda nos cuesta 1.600 millones de euros anuales, y el Ministerio del Aborto otros 140 millones de euros. Por tanto, para esto es para lo que realmente ahora se necesita subirnos los impuestos, esto sí podemos pagarlo subiendo el impuesto uno o dos puntos, no para ofrecer subsidios a los parados o dar de comer a los niños hambrientos.
Los navarros nos podemos ir preparando, otra vez.
El presidente Sanz, en su comparecencia del lunes, ya explicó que el convenio navarro establece la presión fiscal que soporte un navarro tiene que ser equivalente a la de un ciudadano de régimen común. Es por esto por lo que advirtió que el Gobierno de Navarra podría verse obligado "sin quererlo" a secundar la subida de impuestos decidida "sin consulta previa" por Zapatero.