Las actuaciones del tetrapartito desde que Asirón asumió la alcaldía de Pamplona dejan bastante en evidencia lo que estas formaciones, tan combativas en la oposición, entienden ahora por emergencias sociales. A poner la ikurriña en San Fermín, acoger una exposición sumamente ofensiva contra los católicos, o regalar un edificio de la Diputación a los «okupas», se suma ahora la emergencia social de que el rey Baltasar sea un negro de verdad.
Evidentemente si el rey Baltasar tiene que ser negro real o tuneado, o qué persona blanca o negra tiene que encarnar este personaje, son todas ellas cuestiones opinables. De hecho, cada cual tendrá su opinión.
Por un lado, hay una cierta lógica en que Baltasar sea un negro de verdad, en la medida en que también sería raro que Melchor fuera un negro pintado de blanco.
Por otra parte, ¿tienen que ser también reyes de verdad o magos de verdad? ¿Tienen que ser también de verdad las barbas? ¿Vale cualquiera para hacer de Baltasar sólo con ser negro? ¿Es mejor un negro soso que un blanco que borde el papel? ¿O depende de qué negro y qué blanco confrontemos para que la elección fuera una u otra?
Parecía que Pamplona, después de UPN, había quedado como Stalingrado, por lo que llama la atención que todo lo anterior sean las preguntas que nos estamos haciendo y las emergencias que estamos resolviendo.
Con todo, quizá lo más insólito es que estas preguntas se las haga el Ayuntamiento, e incluso que los grupos municipales voten un texto instando a que el rey Baltasar sea un negro de verdad. Es decir, ¿no es esta una cuestión que debería resolver solita la Asociación Cabalgata de Reyes de Pamplona, que es la que organiza el acto, la cual tiene una pluralidad de miembros aunque la presida el interesado?
Alguien podría decir que el Ayuntamiento tiene derecho a inmiscuirse porque subvenciona la Cabalgata. Quizá por fin estemos llegando entonces a algo realmente importante: las subvenciones. Es decir, ese dinero que nos quitan los políticos con el fin de poder inmiscuirse en lo que pagan con nuestro dinero.
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10 respuestas
Es otra necedad del estatismo que nos invade, que no puede dejar pito sin tocar.
El nazionalismo así aprovecha para distraer al personal, seguro que estan dando alguna otra subvención a los amigatxos con la excusa del batúa.
Que si el Baltasar ere negro…si, posiblemente etíope, descendiente de los judíos que fueron allá con la Reina de Saba, o sea, que Baltasar tiene que ser judío. ¿Van a poner un judío de Basaltar? No, casi que quieren poner un musulman de Baltasar, lo cual es una contradición, porque no existían en los tiempos de Jesucristo, y lo más probable es que acabe con el Belén hecho un belén.
Melchor y Gaspar eran probablemente medo uno y el otro circasiano (pelirojo),pero no creo que el naziprócer esté por buscar unos reyes – REYES – que practicaran la religión de Zaratustra, y distingan El Bien de El Mal, no sea que les de por regañar al alcalde.
ALGUIEN TAMBIÉN SE PLANTEA PORQUE LOS NIÑOS QUE VAN INOCENTES (sin cartel de presos) AL DESFILE DEL CARBONERO DE LESACA……NO PREGUNTAN A SUS ABUELOS O PADRES ¿ESTÁ MUERTO ESE GORDO QUE NO SE MUEVE….?
Navarrisimo, sin que sirva de precedente estoy de acuerdo contigo. Y ya es raro. A mi no me gusta que el Señor Lizaur vaya con la cara pintada, pero también es cierto que las barbas de los reyes blancos son igual de irreales y postizas. En cuanto a Olentzeros estáticos de acuerdo también. Todavía es más desconcertante para un niño. Vivimos en la época de lo políticamente correcto y miramos más el tema de igualdades y globalizaciones que la propia esencia de los actos. Bien sea Cabalgata u Olentzero.
PD A Olentzero le ha salido una amiga de la cual no sabemos que parentesco le une con el carbonero. Pero es mujer …Mari Domingi.
Disfrutemos la navidad y punto.
Nuevamente un titular absurdo de NC, que solo esconde un burdo intento de transmitir una visión esquizofrénica de la actividad normal municipal, donde se trabajan muchos temas, algunos más importantes y otros menos relevantes.
A la vista de este titular a mi se me ocurre que también podríamos hacer un artículo titulado «Nueva emergencia social: evitar que los artistas hagan performances blasfemas». El subtitular: «¿Se tiene que meter el Ayuntamiento en la libre decisión de un artista particular?»
NOTICIA DE ÚLTIMA HORA:
El Metropolitan Opera House de Nueva York, ha decidido suspender la representación de la ópera de Verdi «Otelo», hasta que la compañía artística no encuentre como tenor protagonista a un moro auténtico que resida en Venecia.
Esta decisión se ha tomado a instancias del Ayuntamiento newyorkino cuyos grupos municipales, inspirados en el súper-democrático proceder de sus colegas del Ayuntamiento de Pamplona (Spain) respecto al caso del Rey Baltasar, votaron un texto instando a que Otelo fuera un moro veneciano de verdad. En un alarde de autenticidad, los ediles no han aceptado que la interpretación de Otelo recaiga en tenores de la talla de Plácido Domingo, Jonas Kaufmann o Juan Diego Flórez debidamente maquillados y ataviados.
Hasta donde yo recuerdo hace ya muchos años que existe esta polémica, no es nueva. No sale ahora porque gobierne el tetrapartido, com aquí le llaman.
¿Por qué insistimos en querer confundir a la gente?
Que queramos que Baltasar sea negro o no es indiferente al partido al que votemos. Pero cómo no se puede pensar otra cosa!
¿Todo el que quiere que Baltasar sea negro es nacionalista radical? ¿Nadie de UPN puede pensar eso?
A la contra, me parece que es Vd. quien confunde los términos del arículo; lo que se trata no es si Baltasar debe o no ser negro de verdad, sino que ESTE Ayuntamiento, como si eso fuera una emergencia social, someta a votación el tema y se inmiscuya en la decisión de una Asociación que no es municipal. Eso no había pasado nunca.
Por mi parte propongo para Baltasara – por cupo, debe ser Reyna-, una de las razas más desconocidas y bellas que conozco: las mulatas achinadas de Cuba (hijas de chino/a y mulato/a.
Y que vaya erguida en su carroza tocada de boina, chaqueta de pelotas y un Bertsolari apuntándola trovas.
Organiza una entidad particular… que pone y quita a quien se le pasa por la peineta. ¿Cuándo entenderemos que cuando las cosas son de «alguien» qué se hace en ellas o con ellas es asunto de ese alguien?
Nos ha jodido; ahora el ayuntamiento que subvenciona con 50.000 euros la cabalgata no puede ni opinar porque es un asunto privdao. Pero cuando a algunos les interesa políticamente, si que tiene toda la responsabilidad en la libertad y creatividad artística de alguien a quien se le presta una sala municipal.