No nos engañemos. El PSOE tenía un programa oculto. Cualquier partido que hubiera ganado las elecciones se hubiera enfrentado al mismo problema: no hay dinero en las arcas del estado. En consecuencia, los recortes necesariamente forman parte del programa oculto de cualquier partido que los niegue. A más progresista el discurso electoral, más programa oculto. La diferencia a lo largo de los próximos cuatro años, por tanto, no la iba a marcar principalmente la economía. Es preciso abordar la situación de emergencia económica, naturalmente, pero tenemos además muchas otras emergencias. Para hacer lo mismo, no hacía falta sumarse a ningún cambio.