Ni Venezuela, ni Grecia, el candidato Pablo Iglesias ahora quiere ser Portugal

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El mundo real desconectó de la moción de censura

Sobredosis de Pablo Iglesias, podría ser el resumen de la jornada de ayer. Una jornada marcada por el calor sofocante y la afluencia de público a las piscinas. En el mundo real había que estar ayer muy politizado para seguir al minuto la moción de censura de Podemos. Da la impresión de que los líderes de Podemos ya no están, si alguna vez lo estuvieron, en el mundo real. Pocas veces algo tan en principio importante como una moción de censura ha sido acogido por la opinión pública con tanto desintéres. Y al final es difícil perder interés y ganar votos, o eso cabría pensar.

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Podemos quiere ahora que seamos como Portugal

Chascarrillos y rifirafes aparte, tal vez lo más relevante y a la vez lo más surrealista de lo visto en el moción de censura en el día de ayer es que el candidato de Podemos, Pablo iglesias, vino a presentar como programa la idea de que Portugal es el espejo en el que debe mirarse España. En Portugal gobierna una coalición de izquierdas como la que pretende dinamizar Podemos, pero la idea de que Portugal sea un referente para España o un ejemplo de las políticas que piensa desarrollar Podemos resulta bastante chocante, como a continuación veremos.

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¿Cuánto debemos decrecer para parecernos a Portugal?

En realidad, parecernos más a Portugal debería resultar bastante sencillo. Bastaría, por ejemplo, reducir el PIB per cápita un 25%. Es lo bueno que tiene tomar como modelo a Portugal en vez de Suecia o Alemania. Obviamente nadie suele tomar como modelo a alguien que está por debajo en vez de por encima. Eso sí, al menos Portugal es un referente mejor que Grecia, no digamos que la Venezuela de Chávez, el pobre país del que ahora ya no se puede hablar pero que ilustra perfectamente el funcionamiento en la práctica de los consejitos de Podemos.

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Como todo el mundo tuvo ocasión de ver en Grecia con Syriza, los discursos incendiarios y la demagogia raramente resisten el contraste con la realidad. Syriza acabó asumiendo no ya las condiciones del rescate inicial planteado por la UE, sino incluso condiciones bastante más duras aún. Todo el discurso de Syriza, que en esencia era el mismo de Podemos, se reveló como política ficción en cuanto esta formación se hizo con el gobierno. En ese instante empezó a ser consciente de las consecuencias reales de no pagar la deuda, y por tanto no poder tampoco seguir pidiendo crédito, o la imposibilidad de pagar rentas universales, servicios públicos, pensiones y salarios funcionariales con un dinero que no se tiene. El problema si ahora Podemos quiere ser Portugal es que pasa algo semejante a lo que pasa con Grecia, que se demuestra que las políticas de Podemos no son una alternativa real.

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Las políticas del PP son progresistas, comparadas con las de Portugal

Como todo el mundo recordará, en mayo de 2011 el estado portugués tuvo que ser salvado de la quiebra mediante un rescate europeo de 78.000 millones de euros. Como todo el mundo también sabe, cuando Europa te salva el cuello, a cambio te pide ir cumpliendo unos objetivos, lógicamente. El que te presta dinero, tiene derecho a imponerte unas condiciones para intentar asegurarse de que le devuelves el dinero. Es por ello que podría pensarse que un gobierno de izquierdas en Portugal, formado por socialistas y comunistas, necesariamente tendrá que practicar políticas mucho más “progresistas” que el del PP. Sin embargo, por lo que hemos visto, el gobierno social-comunista portugués se encuentra totalmente limitado por la tesitura de renunciar al apoyo financiero de la UE o aceptar las condiciones del rescate. El resultado es que los social-comunistas portugueses, a los que Pablo Iglesias quiere convertir en referente, practican una política de moderación que haría palidecer a la de Mariano Rajoy. En Portugal, por ejemplo, el despido es más barato que en España (aunque la tasa de paro es menor), el Impuesto de Sociedades también es más bajo (21%) y el déficit portugués se ha reducido al 2,1% frente al 4,3% de España.

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Cierto es que casi todas las reformas en Portugal las hizo el anterior gobierno conservador y fueron más severas que en España, pero el nuevo gobierno izquierdista, que ahora se beneficia de ellas, no las ha revertido. Entre las medidas sí adoptadas por el nuevo gobierno izquierdista, sin embargo, se encuentra una amnistía fiscal el año pasado. Da la impresión de que Pablo Iglesias quiere ser como Portugal, pero sin haberse enterado demasiado de cómo está Portugal. Por el lado negativo, además, la deuda de Portugal representa el 130% del PIB frente al 99% de España y Portugal crece al 1,4% frente al 3.2% al que crece España. ¿Queremos ser como Portugal? Pues basta con crecer 1,8 puntos menos al año. Hay que reconocer, eso sí, que para conseguir que España baje al nivel de Portugal Pablo Iglesias sería el hombre más adecuado.

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