Ni los desahucios ni los suicidios han sido inventados por el PP. Un pequeño paseo por Google resulta bastante esclarecedor a este respecto. Por ejemplo, esta semana las noticias sobre suicidios relacionados con desahucios se han superado a sí mismas con una desahuciada quemada a lo bonzo en la sucursal de un banco. Sin embargo, resulta que no se trata de un suceso inédito en España.
Una mujer de origen checheno, desesperada, se quemó lo bonzo según informaba el diario El País para evitar el desahucio de su casa. El intento de suicidio se produjo delante del personal sanitario de la Cruz Roja de Alicante, que logró salvarle la vida. Eso sí, la noticia es del día 29 de mayo del año 2009.
Pero no se trata del único precendente de alguien que se quema a lo bonzo en España por su delicada situación económica. Un rumano moría después de pegarse fuego frente a la Delegación del Gobierno en Castellón, durante el año 2007.
Otra noticia dramática: un padre de familia a punto de ser desahuciado se ahorca en plena calle. Vivía ocupando un piso de alquiler de ADIGSA en el barrio de la Gornal de l’Hospitalet. Tan tremendo suceso se produjo el 11 de noviembre de 2010 y contiene un elemento especialmente desgarrador, puesto que la propietaria de la vivienda que promueve el desahucio era la administración pública, no la pérfida banca.
No menos tremendista es esta noticia de que “desahucian a una familia mientras están de parto”. Sucedía en Zaragoza el 8 de octubre del 2010. Ni esta noticia, ni la anterior, ni la anterior, fueron objeto de comentarios en la gala de los Goya de ninguno de esos años. Pero queda demostrado que el PP no ha inventado ni los suicidios ni los desahucios.
Chacón y el desahucio express
Repasar la hemeroteca es una costumbre tóxica contra la demagogia. Así por ejemplo, buscando datos sobre los desahucios, uno se encuentra con que la ley de “desahucio exprés” la aprueba el PSOE en el año 2009 y que medios progresistas como el diario El País la celebraban con titulares como “Jaque al moroso con el desahucio exprés”. Pues ha sido llegar el PP y beatificar al moroso. Estos días también ha sido noticia Carme Chacón, que publicaba un tuit apoyando la ILP contra los desahucios que ella misma, según también se recordaba en Twitter, impulsaba a partir de 2008 como ministra de vivienda. Una vez más nadie dijo nada contra Chacón ni contra el desahucio exprés en la gala de los Goya de aquel año en que el moroso era el malo.
El suicidio es la primera causa de muerte violenta en España
Hay más personas que mueren en España por suicidio que por accidente de tráfico. Pero no unas pocas más, sino el triple. El último año del que aparecen datos publicados en la web del INE es 2010, con 3.145 suicidios. La buena noticia es que el dato, a pesar de que ya llevábamos tiempo en crisis, es el menor de los últimos 17 años. Los años anteriores, en la cresta de la burbuja, con superávit público y mínimos de paro, hubo de hecho mayor número de suicidios. No obstante, siendo tantos miles los casos, es fácil ir encontrando historias que sirvan para teñir de emocionalidad un determinado punto de vista ideológico.
Ni abandonar a los desahuciados, ni que haya que ser tonto para pagar las deudas
Es evidente que hay que hacer lo posible para ayudar a las personas que, por una situación económica sobrevenida, puedan quedarse en la calle sin un techo. Pero no menos cierto es que tiene que existir un equilibrio razonable entre el acreedor y el deudor o entre el arrendador y el arrendatario. Si uno puede pedir un crédito para comprar una casa y luego no devolver el crédito y quedarse con la casa, nadie aceptará una hipoteca como garantía y nadie prestará a nadie dinero para comprarse una casa. Eso no facilitará el acceso a la vivienda sino todo lo contrario. Por la misma razón, nadie alquilará a nadie una vivienda si no se puede desalojar al inquilino cuando deja de pagar el alquiler. Nadie alquilaría entonces una vivienda lo que una vez más, lejos de facilitar el acceso a la vivienda, lo dificultaría.
La economía del ladrillo y la del escombro
La tasa de suicidios en España no llega a 7 por cada 100 mil habitantes. Llama la atención que los mayores índices de suicidios en el mundo los tienen mayoritariamente China y los países del antiguo bloque soviético. Los suicidios en Finlandia, por otro lado, triplican los que suceden en España. En Suecia los doblan. A falta de desahucios o escasez de paternalismo estatal sería fácil echarle la culpa al clima, pero resulta que hay muchos menos suicidios en Canadá. Muy superior al de España es también el número de suicidios en Cuba, como exponente de una de las últimas reliquias del socialismo real. Donde por cierto, precisamente por ello, no sólo existe un abrumador déficit de viviendas sino que las viviendas existentes literalmente se caen a pedazos, además de carecer generalizadamente de las condiciones de salubridad y calidades estándar de la vivienda de cualquier país occidental. En Cuba, donde la transmisión de viviendas se encuentra estatalizada, existe un déficit de entre 500 mil(cifras oficiales del régimen) y 1,5 millones de viviendas, a pesar de que 1,5 millones de cubanos viven en los EEUU, principalmente en Miami. No es infrecuente el derrumbe de edificios en La Habana, a veces con sus inquilinos dentro. El precario estado de las viviendas deja al paso de cada tormenta tropical miles de personas sin techo. El número de cubanos en albergues puede superar los 100.000. Por todo ello el gobierno cubano ha adoptado recientemente algunas medidas de carácter capitalista. En 2010 abrió la puerta tímidamente a la compraventa entre particulares. Seguramente no hay un modelo de vivienda perfecto en un mundo imperfecto, pero por si alguien no lo ha notado el modelo socialista de vivienda no es el ladrillo, sino el escombro.
3 respuestas
Con estos temas hay mucha demagogia y mucho querer mirar para otro lado y no querer averiguar las causas, no sea que la verdad nos estropee el bonito titular o la propaganda política.
Cuando una empresa no paga a proveedores se mira si esa empresa quebrada ha malversado esos fondos, desviándolos…aquí muchos desahucios vienen motivados por la falta de control de gastos de las personas deshauciadas …o de los hijos de los que ellos fueron avalistas. Y tampoco se puede favorecer el cigarrismo frente al hormiguismo. Cada caso debería ser revisado con lupa antes de alzar la voz en ninguno de los sentidos. Hay que ser justos..y consecuentes.
Los desahucios no son culpa de ninguna formación política. Son culpa de nuestros actos, de la falta de nuestros criterios, de la poca responsabilidad que hemos tenido por el camino en esta vida.
Son falta de un sistema quebrado, fruto del egoísmo de nuestras persona y de nuestra persona.
No entendimos que en esta vida todo tiene un trayecto y esto implica un esfuerzo. Creímos que éramos mas que nadie y podíamos tener todo a nuestro alcance.
Pensamos que al aceptar la Democracia eramos capaces de ser mas grandes que nadie y no le dimos valor al orden, al esfuerzo, a la formación, a la ética, a la posición social, a ser previsores y cautos en esta vida vida.
Nuestros padres, y abuelos si. Ellos salían de una guerra civil. Sabían lo que era la misera, el orden, el esfuerzo, y la clase a la que pertecían.
Nos desarrollamos en un sistema lleno de derechos y pocas obligaciones.
Y lo peor nos lo hemos creído, somos partícipes de un sistema quebrado, falto de criterios y esfuerzos, lleno de falsedad, que nos ha pedido un precio el mas grande NUESTRAS VIDAS.
Amaya Engaña, que nos cuenten patxi lópez y las chicas de rubalcaba el porqué