Nerviosismo máximo en el cuatripartito por las dietas de Uxue Barcos

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De todas las posibles defensas de Barcos, su aparato mediático opta por la más cutre. En concreto, Diario de Noticias arremetía ayer contra la asociación que ha presentado la denuncia contra Barcos en el Tribunal de Cuentas. Como siempre que al Noticias no le gusta algo, la asociación denunciante recibe la calificación de “ultra”. Como es lógico, tras usar cuatrocientas cincuenta y tres veces en vano la palabra “ultra” contra cualquier crítica al gobierno del cambio, el calificativo está ya bastante gastado. Pero es que además siempre es irrelevante si el denunciante es ultra, infiel o calvo, sino si la denuncia tiene fundamento. La verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero. Si las cuentas de Uxue no cuadran y mintió para cobrar un máximo de dietas que no le correspondía, la cuestión de si el denunciante engaña a su mujer o mezcla Baileys con Coca-Cola no tiene sentido. Del mismo modo, sería igual de irrelevante que la denunciante fuera una escandalizada madre Teresa de Calcuta si a Uxue le cuadran las cuentas. Si el Tribunal de Cuentas resuelva en contra de Barcos, en todo caso habría que preguntarse cómo es posible que eso no hubiera llegado a investigarse más que a instancias de una asociación particular dice el Noticias que “ultra”. La pregunta si eso sucede algún día será: ¿y dónde estaban los demás?

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Eso sí, que el Noticias se centre en cargar contra el denunciante en vez de centrarse en el fondo de la cuestión revela al menos un par de cosas.

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Por un lado el concepto de la Justicia que se tiene en el Noticias. Porque la Justicia es todo lo contrario de lo que sugiere el Noticias. La Justicia consiste, precisamente, en que cuando dos litigantes acuden a un juez no se les va juzgar por quiénes son, cuánto ganan, cuál es su pasado o a quién han votado, sino que se les va a juzgar en virtud de la ley, la razón y las pruebas, de forma independiente, objetiva y neutral. Absolver o condenar a alguien por quién es o qué piensa el denunciado o el denunciante es todo lo contrario a la Justicia, aunque sea lo que parece que piensa el Noticias.

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Por otra parte, que se empiece una campaña a estas alturas para descalificar al denunciante resulta llamativo. ¿Acaso hay dudas de la inocencia de Barcos? Es decir, dentro de poco tiempo sabremos si los datos declarados por la presidenta en su etapa de concejal son o no son compatibles con sus estancias en Madrid. Si resulta a que a la presidenta Barcos le cuadran las cuentas, ése será el fin de la polémica. El fin del proceso no es condenar a Barcos, sino intentar saber la verdad. Eso queremos todos. Iniciar una campaña contra el denunciante sólo tiene sentido si se teme que el resultado de la investigación puede ser desfavorable a Barcos. 

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La campaña contra Justitia et Veritas, además, llega justo después del anuncio de Geroa Bai de que se querellará contra navarra.com y al mismo tiempo que “próximo a celebrarse el juicio contable en procedimiento por reintegro por alcance”, el Ayuntamiento de Pamplona anuncia que “va a intentar personarse en el mismo con el objetivo de defender la legalidad del sistema de dietas de los concejales”, según informó Bildu el viernes en la Junta de Portavoces del consistorio. Nos encontramos por tanto ante una triple ofensiva simultánea que, por otra parte, como decíamos sería totalmente superflua si el Tribunal de Cuentas determina que las reuniones de grupo en Pamplona declaradas por Barcos son compatibles con sus estancias en Madrid. Ahora bien, si el Tribunal de Cuentas determina que Barcos mintió, ¿servirán de algo todas las querellas de Geroa o la campañas de Bildu y el Noticias salvo para desprestigiar a Bildu, a Geroa y al Noticias? Sea lo uno o lo otro, no parece por tanto que ninguno de los movimientos defensivos del entorno de la presidenta tengan sentido.

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Por lo demás, ya sabemos que el sistema de dietas era un coladero. Ya sabemos que el sistema no lo inventó Barcos. Ya sabemos que muchos cobraron declarando unas reuniones que nadie sabe si jamás existieron. El problema de Barcos es que en su caso particular, por sus estancias en Madrid, puede ser la única que se puede probar si mintió no. Por eso es ella la que está en el ojo del huracán.

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Barcos tiene dos de tres escenarios posibles a favor

De hecho, Barcos y todos los demás parten con una enorme ventaja y es que, con aquel absurdo sistema de dietas, no eran los concejales los que tenían que probar que habían hecho el trabajo para cobrarlo, sino que es el Tribunal de Cuentas el que va a tener que ver si se puede probar que alguien no lo hizo. En realidad, incluso con una resolución favorable a Barcos, no quedará probado que la presidenta tuvo todas aquellas reuniones, sino que no se habrá podido probar lo contrario. Hasta tal punto el sistema era un coladero que, en el supuesto de que Barcos se hubiera inventado reuniones, la única forma de probarlo pasaría porque hubiera cometido una torpeza, declarando un número imposible de reuniones. Una sospecha razonablemente alimentada por el hecho de que en 2012, por ejemplo, de un año de 365 días habría que restar los días inhábiles y las estancias en Madrid, de forma que aún quedaran días para celebrar 215 reuniones teniendo en cuenta que no se podía declarar más de una por día. De este modo, los escenarios en los que Barcos puede salir airosa son que efectivamente celebrara las reuniones o que se inventara las reuniones pero con una cierta inteligencia; en cambio, una resolución en su contra sólo es posible si se inventó reuniones y además lo hizo con un ostensible desprecio de las matemáticas.

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