Uxue Barkos pretende gobernar prácticamente en solitario con 9 diputados de 50 gracias únicamente a su carisma, habilidad y liderazgo. Su idea sería contar con un gobierno de «tecnócratas», tomar los votos de Podemos, IU y Bildu, pero luego excluir a estas formaciones del ejecutivo. No sólo es que prefiere gobernar sóla que acompañada, sino que así también espera recuperar al PSN y extender la pleitesía a su carisma de 26 a 33.
Que Uxue Barkos quiera todo esto sin duda es muy lógico, lo extraño que de algún modo el resto de fuerzas han ido aviniéndose a este escenario de entreguismo al liderazgo de la candidata de Geroa Bai de una manera tan clamorosa que, en todas las citadas formaciones, al final han empezado a surgir los nervios.
En IU un grupo de militantes notables, encabezados por Miguel Izu, han empezado a reclamar estar presentes en el gobierno. En Bildu la posición no está clara, pero cunde la sensación de que se ha ido demasiado lejos a cambio de nada en dar por supuesto el liderazgo de Barkos, asumiendo en cierta medida el no poder aspirar a nada en el futuro ejecutivo por ser una parte vergonzante de la receta de gobierno. En Podemos parece que casi desean estar en una segunda fila, conscientes quizá de la falta de candidatos con una mínima preparación y experiencia en sus huestes, pero también empiezan a inquietarse por la sensación de estar convirtiéndose en la alfombra roja de Barkos hasta el sillón presidencial a cambio de contrapartidas y contenidos dudosos.
Conforme ha ido creciendo el nerviosismo, ha sido IU quien definitivamente ha decidido hacer un gesto de cara al electorado de progreso, anunciando que la investidura se retrasará hasta después de los Sanfermines.
¿Quiere esto decir que peligra el nombramiento de Uxue Barkos? Pues más bien parece que no.
De hecho, este gesto teatral tendría como fin precisamente contrarrestar ese nombramiento, para que parezca que al menos Uxue Barkos ha tenido que pelear un poco y que los demás no se han entregado sin más en sus brazos.
No obstante, la salida de esta pseudocrisis puede dar lugar a dos escenarios.
-Que Uxue Barkos consiga ese gobierno monocolor de tecnócratas bajo la batuta solitaria de Geroa Bai. -Que al final el resto de partidos, todos o algunos de ellos, reclamen participar en el gobierno y una cuota de presencia proporcional en el ejecutivo, en cuanto a carteras, presupuesto manejado y demás.
Si después de los Sanfermines tenemos el primer escenario, Uxue Barkos habrá perdido sólo una semana a cambio del 100% de sus objetivos.
Si se produce el segundo, entonces habrá perdido algo más.
Por lo demás, una vez nombrado, incluso un gobierno minoritario a veces es más difícil de derribar de lo que podría pensarse a primera vista. De lo cual ya fuimos todos testigos en abril del año pasado.
Un comentario
No se preocupen, todavia no ha llegado el momento de que empiecen a brillar las navajas a a luz de la luna, de sol o del fluorescente.
Lo que pasa es que #Amadalíder quiere quedarse con todas las dietas del cuatripartito. No se me rían, coñe, que va en serio. Si consiguió pillar dietas de dos lugares distintos a la vez, no será tan difícil pillar 4 dietas. Se lo explico. Uxúe cobra por Gebai, Barkos por Bildueta, Ujué por IU, y Barcos por Podemos.
#ypalasaca #disfrutendelovotado