¿Tiene sentido colgar luces por las calles si no creemos en la Navidad? Si tiene sentido colgar luces por las calles al margen de la Navidad, ¿por qué no las colgamos también en septiembre? Y si aceptamos que hay una relación entre la Navidad y colgar las luces, ¿por qué las luces de Navidad a veces no parecen luces de Navidad? En este sentido nos ha llamado la atención esta decoración navideña a la entrada de Cizur Menor. ¿Y qué es lo extraordinario de esta decoración navideña? Pues que parece decoración navideña. ¿No es extraordinario que esto resulte extraordinario?
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Naturalmente habrá quien argumente que ya antes de la Navidad los paganos celebraban el solsticio, que la celebración cristiana se superpuso y que no hay nada raro en celebrar algo, lo que sea, por estas fechas. O que aunque un comerciante no crea en la Navidad puede creer fervientemente en cambio en las ventas de Navidad e iluminar su comercio a todo trapo. Respecto a esto segundo no hay debate porque, lo crea realmente o no, está claro lo que el comerciante aparenta creer. En cuanto a lo primero, nos coloca en la tesitura de decidir si queremos celebrar el solsticio sólo por dejar de celebrar la Navidad. Es decir, si alguien deja de creer en la Navidad, ¿tiene alguna obligación de poner luces o hacer un regalo a su cuñado?
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Si celebramos la Navidad, que parezca la Navidad
Por otro lado, en la duda de poner luces de Navidad o no creer en la Navidad no parece que tenga mucho sentido poner luces de Navidad que no parezcan de Navidad. Para el que no cree en la Navidad, no tiene sentido poner luces y para el que cree en la Navidad no tienen sentido las luces que no parecen de Navidad. Si las luces de Navidad reflejan las creencias de una parte muy importante de la población y se ponen por esa razón, no tiene sentido que se coloquen en atención a esas creencias pero utilizando símbolos neutros que no significan nada para nadie ni emocionan a nadie. Al final, poner unas luces de Navidad que no parezcan de Navidad sería tan absurdo como celebrar un Ramadán pero que no pareciera el Ramadán, unos Sanfermines que no parecieran los Sanfermines o unas fiestas del solsticio que no parecieran unas fiestas del solsticio, después naturalmente de que nos hubiéramos inventado unas fiestas del solsticio. O sea, poner luces de Navidad que no parecen de Navidad es como inventarse una fiesta del solsticio para luego celebrar una fiesta del solsticio que no se le parezca. Es por todo ello que nos gusta la iluminación navideña de Cizur. Al menos sabemos lo que nos parece bien, lo que nos parece mal y en definitiva de qué estamos hablando.
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2 respuestas
¡Qué bonito!.
Efectivamente celebramos el Nacimiento del Niño Dios. Lo sabemos todos, incluso los que intentan que lo olvidemos. Solo conseguirán lo contrario: que resurja con mucha fuerza Navidad cristiana.
Pues para luces de «decoración» navideña, animo a acercarse a Sarriguren… es lo que yo llamo la «Navidad jedi». Un engengro de luces azules que parecen sable laser de la saga de la guerra de las galaxias…
¡Que la fuerza os acompañe! ¡¡Toma ya!!