Hace unos días, partiendo de una actualización de datos de Fedea ( Fundación de Estudios de Economía Aplicada ), Libertad Digital publicaba un interesante artículo con la evolución de largo plazo en las Comunidades Autonomas de datos tan relevantes como el PIB o la población. Los cuadros estadísticos permiten de este modo no sólo observar la evolución en estos apartados entre 1955 y 2019 sino establecer algunas comparaciones entre los distintos territorios, lo que en ocasiones conduce a resultados curiosos.
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Así, por ejemplo, podemos comprobar que el PIB en esos años se ha multiplicado de manera importante, cosa que por otro lado no permite extraer demasiados conclusiones en ausencia de otros datos, pero sí que permite observar los cambios de las regiones a la aportación del PIB en todo ese tiempo. De este modo, podemos observar que en 1955 las regiones que más aportaban al PIB eran Cataluña (17,9%), Madrid (15,3%) y Andalucía (14,2%). En 2019 estas tres regiones seguían siendo, siquiera por tamaño, las que más aportan, pero con unas magnitudes bien distintas. Madrid pasa al primer lugar (19,4%), Cataluña al segundo (19%) y Andalucía permanece en el tercero, pero aportando al PIB español un porcentaje menor (13,3%) del que aportaba en 1955. El cuadro resulta llamativo porque cada una de estas tres regiones ha tenido durante los últimos años unos gobiernos dilatados, divergentes y bastantes característicos (PP, nacionalismo y PSOE). Hay quien dice que a Madrid le beneficia el efecto capitalidad, pero tan capital era Madrid en 1955 como ahora. No se ha cambiado en estos años tampoco la capital de Barcelona a Madrid. Un lectura alternativa podría ser que al PIB no le sienta bien el nacionalismo. Por lo que respecta a Navarra y abundando en esto mismo, vemos que hemos pasado de aportar el 1,5% al 1,7%, mientras que la CAV ha pasado de aportar el 6,8% a sólo el 6%.
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El dato del PIB per cápita también resulta interesante porque se observa una cierta igualación entre comunidades. Ya no hay comunidades con el 150% de PIB per cápita que la media (como Madrid, la CAV o Cataluña en 1955) ni tampoco comunidades que no llegan al 70%, no digamos al 60% o incluso al 50%.
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En cuanto a la población, no se distingue entre población autóctona e inmigrante, pero al aumento de población hay que añadir que ciertas regiones, sobre todo Madrid y Cataluña, se han repoblado notablemente a costa de otras que, como Aragón, Galicia o las dos Castilla, han perdido peso en cuanto al porcentaje de habitantes de España que representan. En realidad no hay ninguna comunidad con menos población que en 1955, pero las hay que tienen casi la misma población que en aquella fecha mientras que otras como Madrid y Cataluña han crecido notablemente y el conjunto de la población ha pasado de 29 millones a 47.
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