Navarra, punta de la lanza de la biotecnología.

Digna Biotech toma las patentes de CIMA cuando aún sólo son un proyecto y se dedica a su desarrollo, produciendo la cantidad necesaria de la molécula o el compuesto descubierto para probarlo en los seres humanos. Este desarrollo es el proceso más costoso de la investigación de los fármacos, que concluye cuando se lleva el producto a la fase II de las tres necesarias para su comercialización. En este punto, Digna vende el producto a otra empresa farmaceútica.

Pablo Ortiz, director general de Digna, explicaba en la información de Expansión que “con este sistema cerramos el círculo: el CIMA -que tiene prácticamente los mismos socios financieros que Digna Biotech- inventa y patenta, el CIFA –otra entidad surgida de la Universidad de Navarra- desarrolla, 3P fabrica y Digna licencia”.

Casi todos los socios de Digna Biotech son a su vez socios de CIMA. La Universidad de Navarra es el socio principal con un 20%, y el resto, todos ellos con una participación menor al 10%, son SODENA, Cinamar (El Corte Inglés), Caja Rural de Navarra, Unicartera Caja 2 (Unicaja), Corpcan (CAN), Loyalty Saquare (Alicia Koplowitz), Masaveu Investigación, Alazady Biotecnológica, Pontegadea Biotecnológica (Amancio Ortega), Ciervana (BBVA), Instituto de Educación e Investigación, Ungría Patentes y Marcas, Fuertes I+D (El Pozo), Gainnmédica (Caixa Galicia) y un par de entidades colaboradoras de la Universidad de Navarra: FIMA y FUNA.

Por si lo anterior fuera poco, la Sociedad de Desarrollo de Navarra (SODENA) junto con algunas de las anteriores son las promotoras de 3P Biopharmaceuticals, que instalará en Noain la que aspira a ser la primera fábrica de proteinas terapeúticas de España. 3P producirá proteínas para empresas españolas, europeas y estadounidenses. Muy pocas fábricas en el mundo disponen de la tecnología necesaria para desarrollar esta actividad.