Navarra (no) siempre tiene razón

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Podemos, PNV, Bildu e IU se juramentan contra los 17 recursos del estado frente a otras tantas leyes navarras

Todas las fuerzas del tetrapartito con presencia en Madrid se juramentaron ayer para formar un frente común contra los 17 recursos del estado frente a otras tantas leyes navarras recurridas. Podemos, PNV, Bildu e IU firmaron una proposición no de ley conjunta en el Congreso para que el estado retire todos los recursos que mantiene abiertos en el Constitucional contra 17 leyes forales. A la firma y foto acudieron los diputados navarros de Podemos Eduardo Santos y Ione Belarra, el diputado del PNV Aitor Esteban, Alberto Garzón por IU y Marian Beitialarrangoitia por Bildu. Uxue Barcos tampoco pudo evitar estar presente en el acto de la firma para la foto.

Analizando el fondo del asunto, la pregunta fundamental es si Navarra tiene siempre razón en todos y cada uno de los conflictos que puede mantener con el estado. Es decir, los Fueros suponen una relación bilateral entre el gobierno de Navarra y el del estado. Y en el marco de esta relación y el ejercicio de las respectivas competencias siempre habrá puntos de fricción y conflictos. No tiene sentido presuponer que Navarra siempre tendrá razón en todos y cada uno de esos conflictos. A veces la tendrá y a veces no. Pensar que Navarra siempre tendrá razón es el equivalente a pensar que el estado central siempre tiene razón. No es un planteamiento desde la lógica sino desde el sentimiento.

Por tener, tenemos entre los 17 conflictos en curso algunos contra normas que han sido aprobadas incluso con la advertencia previa de los propios servicios jurídicos del Gobierno de Navarra de que eran ilegales. La pretensión de regular unilateralmente el consumo de cannabis en Navarra, por ejemplo.

En otras ocasiones, se puede pensar que el Gobierno de Navarra, depende los partidos que estén en gobierno, hasta puede buscar deliberadamente el conflicto con el estado, creando una situación permanente de conflicto con este, por una mera cuestión de estrategia política útil para el separatismo.

Tampoco faltan las ocasiones en que es Navarra quien presenta un recurso contra el estado, como el aprobado por PSN, Geroa, Bildu e IU contra el recorte de la paga extra en 2012, y luego este recurso no sólo es desestimado, sino que los recurrentes llegan al poder y son ellos quienes no devuelven la paga extra.

No deja de resultar paradójico, asimismo, que algunas fuerzas piden que se cumplan o se incumplan las normativas estatales según convenga. Quienes ahora se colocan en una posición de insumisión respecto a ciertas normas estatales eran quienes con más vigor, hace unos años, pedían la aplicación estricta de las normas estatales en cuestiones como el aborto o la Educación para la Ciudadanía. Que las comunidades con un gobierno cuyo signo no coincide con el del gobierno central pretendan evadirse del cumplimiento de las normas generales, según convenga, pone de manifiesto una vez más que exceder las competencias autonómicas o forales se intenta utilizar a veces como mecanismo para no aceptar un resultado electoral general.

Todo ello no quita, como es lógico, para que a veces sea también Navarra quien tiene razón y sea el gobierno central quien se excede.

Finalmente, llama la atención en cuanto al ritual y las apariencias que a la firma de este acuerdo del tetrapartito para juramentarse contra los recursos estatales, con razón o sin ella, acuda por ejemplo el diputado del PNV Aitor Esteban. Un diputado que no es navarro ni representa a Navarra, salvo que asumamos que algunos son lo que por otra parte niegan.

Llamativo también que Podemos e IU se sumen al acuerdo abonando el terreno a que, ante un hipotético gobierno PSOE-PODEMO-IU, todas las comunidades gobernadas por otros partidos incumplan todas las leyes estatales o aprueben las suyas en contra de la legislación estatal.

Imagínense por un momento que en Navarra hay una crisis de gobierno y vuelven al poder PP-UPN, habiendo un gobierno en Madrid de PSOE-IU-Podemos. Si UPN-PP empezaran a legislar desde el Parlamento de Navarra en contra de la legislación estatal, para convertir Navarra en una burbuja al margen del gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, ¿en qué quedaría este pacto que ayer se ha firmado? ¿A quién apoyarían entonces los juramentados?

Y si el apoyo al gobierno de Navarra o al central depende de quién esté en cada uno, ¿no es una farsa decir que se defienden las competencias de Navarra cuando sólo se defiende (o ataca) la política particular de tal o cual gobierno o tal o cual partido?

Todo ello por no mencionar que los partidos nacionalistas, que ahora se presentan como la némesis de los centralistas, por otro lado representan el centralismo vasco y tienen un sentido «diputacional» de Navarra como cualquier otra provincia de la CAV. Empezando por la propia Uxue Barcos, partidaria de incorporarse al régimen vasco como una diputación más de la CAV en el momento en que se active la Transitoria Cuarta, aunque para eso haya que euskaldunizar todavía antes muchas escuelas infantiles navarras. Hay 6 segundos de gloria (véase el vídeo) que no se tapan ni con 17 recursos.

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