No obstante, en todo este asunto del Plan Renove hay una posible consecuencia que todavía no habíamos abordado. Y es que si el Gobierno se dedica a llenar los bolsillos de la gente para que compre televisores, una consecuencia probable es que suba el precio de los televisores. O que no baje.
¿Pero cómo saber si los televisores han subido o no han bajado de precio por culpa del Plan Renove? Una forma de hacerlo puede ser comparar el precio de los televisores en los centros comerciales de alrededor de Pamplona con los que se venden por ejemplo en algunas de las más conocidas tiendas online, que no reciben ninguna subvención. Es exactamente lo que hemos hecho y, como verán a continuación, en cualquier caso es una medida de prudencia que recomendamos a todos los consumidores navarros si no quieren llevarse un disgusto.
Comenzamos nuestro recorrido y empezamos a descubrir las primeras sorpresas. El mismo televisor que podemos comprar en un centro comercial cercano a Pamplona, cuesta exactamente 100 euros menos comprándolo en internet. Al comprador, una vez descontada la subvención, el televisor le hubiera costado lo mismo, y el contribuyente navarro se hubiera ahorrado 100 euros.
Comparamos el precio de otro televisor de ese mismo centro comercial con el de exactamente el mismo modelo en una tienda on-line, y esta vez la sorpresa es aún mayor. ¡La diferencia en este modelo son 200 euros! En este caso, a pesar de la subvención del Gobierno de Navarra, el consumidor navarro está pagando 100 euros más que si comprara el televisor en internet, lo cual encima le cuesta 100 euros al contribuyente navarro.
Cambiamos de centro comercial, pero volvemos a encontrarnos la misma diferencia de precios. En este caso, 180 euros.
En este otro televisor encontramos una diferencia de menos de 100 euros. El consumidor, no obstante, sólo se ahorra 28 euros respecto al libre mercado en internet. El contribuyente, como siempre, paga 100 pase lo que pase.
Una vez más cambiamos de centro comercial. Definitivamente no parece que el problema sean los precios de un centro comercial concreto. En el primer ejemplo, tomamos como referencia un televisor relativamente barato, pero así y todo nos cuesta 114 euros más que en internet. Es decir, el televisor es un 30% más caro en el centro comercial. Volvemos a recomendarle por tanto que no de por supuesto que el televisor le va a resultar más barato gracias a la subvención. Compruébelo antes de comprarlo.
Para ilustrar lo anterior, véase por ejemplo el precio de este aparato. Los 214 euros de diferencia hacen que le resulte más barato renunciar al Plan Renove y comprarlo en internet aunque pierda la subvención. Se ahorrará usted 114 euros menos (suponemos ) los gastos de envío.
Con este pequeño trabajo de campo y todas sus carencias y variables no contempladas no pretendemos ni mucho menos sentar una conclusión definitiva, pero sí suscitar una reflexión entre nuestros lectores, tanto en su faceta de consumidores como en su faceta de contribuyentes. En ocasiones anteriores hemos argumentado cómo estimular artificialmente las ventas en un determinado sector puede evitar un ajuste necesario en ese sector y perjudicar las ventas de los sectores no subvencionados. Ahora, además, vemos que quizá ni siquiera sirva para que el televisor nos cueste menos que si no lo subvencionáramos. Por si no fuera bastante demecial, resulta que para conseguir eso además tenemos que pagar más impuestos. Juzguen ustedes mismos.
