Cuando nació a la red este humilde digital, el día de San Francisco Javier de 2005, no se hablaba en España de batalla cultural o espiritual en los medios*. O como dicen algunos “no mucho”. Sin embargo, esa fue nuestra impronta, inspiración, sello, carisma, vocación, llamada, don o pedrada desde un inicio. El ir contracorriente ha sido algo connatural, como los salmones de río.

Nuestro lema: Búsqueda de la Verdad frente a la mentira, de la libertad frente a los totalitarismos, el respeto como estilo, y grandes dosis de provocación como norma.

En 2015 publicamos el libro hay un progre en mi sopa. Queríamos denunciar cómo la ideología “progre” se había metido no sólo en la cocina, sino hasta la sopa (vegana, deconstruída, sostenible, paritaria y ecoclimática). Y lo que es más grave, que esta corriente entraba en tu vida más íntima sin permiso. El mundo progrematrix no te da siquiera a elegir pastilla roja o azul. Simplemente va entrando en tu vida como su fuera un imperativo categórico, y sin tiempo de reflexión o asimilación.  Y es que el concepto de batalla cultural es bueno  pero insuficiente.

Muy presente desde los primeros siglos, la batalla espiritual era cultura todavía en pleno siglo XX. En dibujos animados, cómics, libros, películas, dichos, conversaciones. Narnianos del león frente a la bruja, reinos de la tierra media frente a mordor, rebeldes de Sión frente a matrix. Libertad frente a una imposición despótica. ¿Quién no recuerda a mickys, goofys, hadoq, tintín y demás cofrades en pleno conflicto moral, mientras los ángeles y demonios revoloteaban en sus cabezas?. Incluso en los contradictorios Simpsons aparecen sobre Homer en más de una ocasión.  Aunque para batalla, la del simpático y torpe ángel Clarence, en la película Que bello es vivir  (Frank Kapra,1947), evitando que nuestro entrañable George Bailey (James Stewart) sea arrastrado a la tragedia por  influencias demoníacas. La cultura reflejaba que los ángeles son los buenos que te hacían feliz y facilitaban la vida y los demonios los malos, que te empujaban a la infelicidad y te generaban todo tipo de problemas.

En el siglo XXI nos venden un mundo al revés. Pero aquí no cuela. Sabemos que hay una batalla espiritual y que Suya es la victoria. Y que por suerte para nosotros, Dios no elige a los capacitados, sino que capacita a los elegidos.

Vamos camino de cumplir veinte años, y se vienen novedades. ¿Que esperas para hacerte del Club de Amigos?

Y eso es todo amigos.

POSDATA Confidencial: Hablando de batallas espirituales, este digital  está bajo la protección y patronazgo del arcángel San Miguel in excelsis (advocación de Aralar).

¿Quien como Dios? nadie como Dios.

* Excepción hecha en aquella época de medios intereconomía-el toro,  hispanidad.com y religionenlibertad.com