El día 28 de abril no se acaba el mundo pero tenemos en Navarra un nuevo «partido del siglo» que va a servir además como primera vuelta para unas inminentes elecciones forales. En este momento tenemos a la mayoría de nuestros seguidores, -aquellos que comulgan con nuestra línea editorial defensora de una Navarra libre, sensata, tradicional, foral y española-, con el corazón partido.
Por un lado no podemos ocultar nuestra satisfacción al comprobar que, por fin, los partidos de centro-derecha (UPN, PP y Ciudadanos) han logrado ponerse de acuerdo y constituir esa candidatura unitaria que llevamos muchos años reclamando. La ilusión por acabar con los años oscuros del kuatripartito crece día a día.
Por otro lado, el hartazgo de otros muchos hacia las medias tintas en cuestiones de principios (vida, familia, educación, libertad, memoria histórica, ideología de género…) explican perfectamente que el llamamiento de Vox esté encontrando un gran eco en toda España. También en Navarra, a pesar de su inicial discurso antiforal (que ya no puede ser calificado como tal cuando en su programa hablan de revisar y no de eliminar el Convenio Económico). Y más aún cuando han designado como cabeza de lista al Congreso a un navarro luchador contra lo políticamente correcto y bien conocido en esta casa.
Dicho esto, desde Navarra Confidencial no vamos a pedir el voto para nadie. En primer lugar porque confiamos en la madurez de nuestros lectores y porque después de tantos años alentando el espíritu crítico no vamos a caer en el adoctrinamiento típico de los medios subvencionateguis. Además, la misión de Navarra Confidencial es la del largo plazo. Siempre fue uno de nuestros lemas el no casarnos ni con la derecha, ni con la izquierda, ni con el centro. Porque pensamos que Navarra necesita un medio de comunicación que, por encima de partidos y estrategias a corto plazo, afronte la batalla cultural contra la hegemonía cultural progre-nazionalista.
A partir del 29 de abril, si de algo sirve nuestro consejo, recomendaríamos a los responsables de Navarra Suma y de Vox que sopesaran con altura de miras la situación. Lo mismo que ha sido posible un Navarra Suma entre partidos diferentes ¿por qué no intentar un Navarra Multiplica que libere las instituciones navarras de los iluminados progre-euskadianos?
En cualquier caso, pase lo que pase, sepan que Navarra Confidencial seguirá siempre donde está, aplaudiendo todo lo aplaudible y criticando todo lo criticable, venga de quien venga. Porque los nuestros no son los que nos subvencionan sino los que aman a Navarra por lo que ha sido, por lo que es y por lo que será.