Respecto a Navarra, la agencia declaró ayer que "estamos estudiando si nuestros ‘ratings’ sobre las dos regiones (País Vasco y Navarra) pueden continuar más altos que las de crédito soberano a largo plazo (de España) si se considera la interdependencia de las economías regional y nacional”.
La consecuencia de una rebaja en el rating para quien la padece (en este caso, hipotéticamente, Navarra), es que le resulta un poco más caro que antes obtener financiación. La rebaja en la calificación presupone un aumento del riesgo de impago de Navarra como deudora. De esta forma, si queremos que alguien nos preste dinero tenemos que ofrecerle un interés un poco más elevado que quienes ostentan aún la máxima calificación crediticia. Es decir, que nos sale un poco más caro que antes financiar nuestra deuda.