Un pasado prometedor.
La ponencia de Aralar comienza reafirmando la validez de su apuesta por Nabai en el año 2004. En aquel entonces, continúa el documento, se trataba de conformar una alternativa que tuviera fuerza suficiente “para hacer frente a UPN y PSN” e “intentar el cambio político en Navarra”. El acierto político de tal apuesta habría quedado refrendado en las urnas al convertir a Nabai en la segunda fuerza política Navarra. Pero…
“Al borde del colapso”
Frente al relativo éxito de la coalición, la ponencia sin embargo advierte que “todo el trabajo realizado, todo el éxito obtenido, todos los esfuerzos dedicados, e incluso los años trascurridos de vida en común, junto a los otros partidos políticos de la coalición, no han evitado que la vida interna este al borde del colapso”. A la hora de buscar responsabilidades por esta situación interna de Nabai, la ponencia de Aralar señala “la falta de compromiso, deslealtades o protagonismos de algunos partidos o personas que la conforman”. Partidos o personas a los que también acusa de “concebir NABAI como plataforma o trampolín personal o colectivo”. Las acusaciones no terminan aquí, y a renglón seguido la ponencia añade nuevos reproches como la “escasa disposición al trabajo y al compromiso” por “una parte de partidos y personas”.
La relativa pluralidad de Nabai como un lastre para Aralar.
El documento que Aralar debatirá a partir del sábado en su Congreso afirma que “una coalición, como la actual NABAI, limita el trabajo de Aralar como partido y nos obliga a renunciar a partes importantes de nuestro ideario o propuestas políticas, algo poco conveniente”. La ponencia cuestiona el interés de permanecer en Nabai sin una necesaria clarificación interna, reconoce su actual situación como “una fase de consenso frágil” y cuestiona la conveniencia de “sostener alianzas artificiales, estridentes o que no responden y favorecen a las necesidades para las que se conformaron”, puesto que “además de ser insostenible en el tiempo, termina perjudicando los fines y trabajo para la que se creó”.
Frente a la división, la ponencia pretende que Nabai asuma como propios los criterios de Aralar.
La consolidación de Nafarroa Bai, a juicio de la ponencia, tiene que venir por la vía de una clarificación interna, y cita expresamente algunos de los desencuentros internos más sonados respecto a las posiciones extremistas de Aralar, como los relativos a las Normas Urbanísticas Comarcales, la Ciudad de la Carne, Acciona, los “colegios segregacionistas”, las mociones de condena contra el terrorismo, el apoyo a la huelga general convocada por el entorno batasuno el pasado 21 de mayo, etc.
La encrucijada de Aralar, u órdago para los demás miembros.
Ante estas disidencias de otros miembros de la coalición frente a sus propios planteamientos de partido, Aralar advierte que la “difícil decisión” sobre su futuro en Nabai “requiere que sea tomada en debate sosegado y reflexión profunda”. De esta manera, concluye que “varios caminos aparecen en la encrucijada”, entre los que cita: “Seguir tal cual con NABAI. Apostar por seguir sólo como Aralar. Consolidar NA-BAI adaptándola a una nueva realidad y corrigiendo los problemas. O, buscar otras alianzas”.
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Documento: texto íntegro de la ponencia.