El nivel de exigencia del mundo nacionalista a los terroristas es igual a cero. Aunque ETA no haya abandonado las armas, aunque siga enviando cartas de extorsión (lo cual no tiene sentido si realmente hubiera decidido cesar en la violencia, porque cesaría el motivo de la extorsión), aunque siga preparando comandos y acumulando explosivos, aunque prosiga el terrorismo callejero, y aunque la ETA de Otegui siga sin condenar a la ETA de Ternera valga la redundancia… el mundo nacionalista ya ha pactado con ellos. Ha pactado con los violentos antes de que abandonen o condenen la violencia, lo que demuestra que la violencia no es un obstáculo para llegar a acuerdos con los violentos frente al resto. La petición de que los violentos den tales o cuales pasos son pura retórica, cuando ya se ha pactado con ellos.
La clave es el voto batasuno en la CAV.
La clave de todo este asunto es el voto huérfano de Batasuna. No es casual que el origen del pacto se produzca entre Batasuna, una formación que tiene votos pero no unas siglas legales, y EA, una formación que tiene siglas legales pero no tiene votos. Del hecho de que EA recabe los votos de ETA-Batasuna depende no sólo la supervivencia de EA, o la vuelta a las instituciones de Batasuna por persona interpuesta, sino la reconquista del gobierno en la CAV por parte de los nacionalistas.
En esta operación con vistas a la CAV en principio es Nabai la fuerza sacrificada. Y es que en Navarra los nacionalistas sólo pueden acceder al poder de la mano del PSN. Si en la CAV el acuerdo con ETA-Batasuna acerca a los nacionalistas al poder, en Navarra les aleja del pacto con el PSN. Pero Nafarroa Bai es una pieza prescindible en la estrategia nacionalista. Esto no quiere decir que Nabai vaya a renunciar al voto Batasuno para poder compensar a sus electores con algún tipo de crecimiento frente al ostracismo político al que le condena en Navarra la alianza de alguno de sus miembros con Batasuna.
Para que los votantes de Batasuna recuerden que, en Navarra, EA está en Nabai.
El último episodio de los rituales de cortejo hacia Batasuna ha venido dado de la mano del “navarrómetro”. El próximo 12 de noviembre se entregarán al Parlamento Foral los resultados del próximo navarrómetro. Cuando se pregunte a los navarros sobre su intención de voto de cara a las elecciones del mes de mayo, no se incluirá la opción de elegir a Batasuna, asumiendo que continuará ilegalizada y no podrá presentarse bajo sus propias siglas. Todos los partidos navarros han estado de acuerdo en este extremo con las matizaciones de IU y la oposición frontal y radical de Nafarroa Bai, abogando por la presencia de Batasuna. La incógnita final es si Batasuna pedirá expresamente el voto para EA llegado el momento, y si los votantes de Batasuna necesitarán alguna ayuda en Navarra para entender cómo se vota EA.