- El 26 de noviembre de 1977, junto a la Plaza de Toros, fue asesinado por ETA Joaquín Imaz Martínez, recibiendo un tiro de gracia en el suelo.
- Meses después, el 9 de mayo de 1978, Manuel López González, de 23 años, fue asesinado. No pudo celebrar los Sanfermines más felices de su vida. Pensaba casarse con una pamplonesa en junio.
- José Manuel Baena Martín, 31 años y tres hijos, fue asesinado en la avenida de San Jorge el 11 de enero de 1978.
- El 1 de enero de 1979 nos trajo el asesinato de Francisco Berlanga Robles , de 26 años. ETA dejó huérfanos a un chaval de cinco años, otro de tres años y uno de nueve meses.
- El 5 de abril de 1979, fue asesinado Pedro Fernández Serrano, que contaba entonces con 34 años y era padre de dos hijos. Una bomba explotó en su cafetería, el Mohicano.
- Carlos Sanz Biurrun también encontró la muerte muy cerca del coso Pamplonés, en la Bajada de Labrit, junto a su domicilio de Tejería. Sucedió el 8 de octubre de 1979.
- El 15 de junio de 1980, seis disparos a bocajarro en la calle Tirapu, en la Rochapea, acabaron con la vida de Angel Postigo Mejías, de 24 años.
- El 21 de marzo de 1981, José Luis Prieto Gracia fue asesinado a balazos al ir a misa a la parroquia del Huerto en la avenida de Barañain.
- El 17 de abril de 1982, fue asesinado Vicente Luis Garcera López. A sus 29 años, y padre de una hija, murió asesinado como consecuencia del impacto de una granada en el puente de la Magdalena.
- El 8 de octubre de 1982, fue asesinado, en su oficina de la empresa ASEPEYO, Alberto Toca Echevarría. Sus siete hijos no pudieron disfrutar de unas nuevas fiestas junto a su padre.
- El 28 de mayo de 1983, fueron asesinados a tiros en la sede de correos del Paseo de Sarasate, los policías Fidel Lázaro Aparicio y Antonio Conejo Salguero. Cerca de cincuenta personas observaron el asesinato a bocajarro y como los remataron en el suelo. Antonio Conejo dejó huérfanos a dos hijos de 12 y 13 años.
- El 27 de junio de 1983, fue asesinado el jefe civil de comunicaciones del aeropuerto de Noáin, Jesús Blanco Cereceda. Tres disparos a quemarropa acabaron con la vida de este padre de tres hijos.
- El 13 de abril de 1984, eran asesinados en Mercairuña los agentes Jesús Alcocer Jiménez, Juan José Visiedo Calero y Tomás Palacín Pellejero al explotar la bomba trampa que los terroristas habían depositado en el coche que utilizaron para huir. Los vecinos de la zona del atentado no olvidarán nunca lo ocurrido.
- El 27 de mayo de 1984, José Luis Ollo Ochoa, natural de Ochagavía, fue asesinado en el barrio de Orvina. Dejó Huérfanos a dos hijos.
- El 7 de junio de 1984, Diego Torrente Reverte es asesinado mientras lavaba su coche en el Plan Sur.
- El 30 de mayo de 1985, Francisco Miguel Sánchez y Alfredo Aguirre Belascoain mueren asesinados en la Bajada Javier. Alfredo tenía 14 años.
- El 23 de diciembre de 1985, el general jubilado Juan Atarés Peña es asesinado a quemarropa en la Vuelta del Castillo.
- El 27 de enero de 1987, era asesinado a los 44 años Francisco Javier Biurrun Monreal, empresario y padre de dos hijos.
- El 17 de octubre de 1987, moría asesinada por una bomba Mari Cruz Yoldi Orradre. Repartía Diario de Navarra para sacar adelante a sus seis hijos.
- El 16 de octubre de 1988, fue asesinado en la Cuesta de la Reina Juan Gangoso Otero, de treinta años y padre de dos hijos.
- El 4 de junio de 1990, muere asesinado en la Rochapea Francisco Almagro Carmona, dejando dos huérfanos de nueve meses y siete años.
- El 6 de mayo de 1998, fue asesinado Tomás Caballero Pastor, portavoz de UPN en Pamplona…
Fuente: libertadya.org
Si alguien se toma la molestia de contarlos a todos, verá que son 26 las personas asesinadas por ETA sólo en Pamplona, cuya muerte no rememora ninguna placa. La muerte de todas esas personas, sin embargo, nos cuenta una historia. La historia de lo que ha estado pasando aquí durante tantos años. La historia de por qué ciertos símbolos pueden ser expuesto públicamente y otros no. La historia de por qué hay miedo a decir algunas cosas cuando sabes que alguien te puede estar escuchando. La historia de por qué hay algunas listas electorales que no es fácil completar. La historia de por qué no todo el mundo puede defender sus ideas en igualdad de condiciones. La historia de por qué Batasuna es ilegal. La historia de por qué no podemos permitir que ETA se salga con la suya en una mesa, en dos mesas, ni en tres mesas… Sin la memoria de estas 26 personas asesinadas, la histora reciente de Navarra, sencillamente, es incomprensible.
