Por sorprendente que parezca, la sanidad pública no se mantiene sola ni tampoco gracias al dinero que llueve del cielo. Es decir, que hablar de sanidad gratuita es un mito. De hecho, la sanidad pública nos cuesta muchísimo dinero. Tantísimo que en este momento nos faltan recursos. ¿Qué fórmulas tenemos para mantener el nivel actual de la sanidad pública? Ayer Miguel Sanz tuvo la valentía de abrir el debate del copago, pero no hay una alternativa que no suponga o recortes o subidas de impuestos. ¿Y acaso es más solidario subir el IVA a los abuelos que introducir el copago?
¿Por qué los suecos acuden tres veces menos al médico que los españoles?
Las estadísticas son demoledoras. Según los informes de la OCDE sobre la Sanidad (Health at a Glance), los suecos van un promedio de 2,8 veces al año al médico por las 8,1 que lo hacemos los españoles. Naturalmente ni los suecos se mueren más que los españoles ni se ponen menos enfermos. La diferencia es que, cuando su archialabado estado del bienestar amenazó con derrumbarse en los noventa, Suecia decidió implantar el copago. Es decir, que cada paciente pague una pequeña cantidad, apenas simbólica, por el uso de los servicios sanitarios. Aunque se trate de una pequeña cantidad que cualquiera pueda pagar, la experiencia internacional demuestra que nadie que realmente lo necesite deja de recibir atención médica, pero que las salas de espera de las urgencias se despejan como por ensalmo. La esperanza de vida de Suecia no se ha reducido en absoluto y ningún sueco ha dejado de recibir atención por culpa del copago. Naturalmente se pueden introducir algunas excepciones en el sistema, como en el caso de los enfermos crónicos o situaciones de pobreza extrema.
Copago frente a IVA, IRPF u otros impuestos
Oponerse al copago no significa apostar por la gratuidad, sino mostrarse favorable a otro tipo de impuestos. Volviendo al principio, la Sanidad no se financia sola. En España, asistimos al hecho de que el mismo gobierno que se opone al copago sube el IVA. Cualquier persona rica o pobre, sana o enferma, joven o vieja, va a pagar mucho más dinero al año por la subida del IVA que por cualquier copago. Oponerse al copago mientras se sube el IVA, por tanto, es pura demagogia. Se podrían subir otros impuestos pero el copago, más que el efecto recaudatorio, obtiene un importante efecto específico: despejar la sanidad de casos urgentes imaginarios. Francia, Alemania o Bélgica, entre otros países, también tienen implantado algún tipo de copago.
7 respuestas
Me molesta profundamente el término «copago». A ver si voy al Hospital y me cobran un dinerito y dicen que es por copago ¿quién narices paga la otra parte?
De copago nada monada. La sanidad la pago enterita yo y el resto de los navarros cuando compramos pipas, la leche, nos confesamos en junio con Hacienda o cuando echas gasolina al coche.
Así que el cobro de una tasa por prestación de servicios médicos u hospitalarios llámenla como quieran que nunca dejará de ser una tasa adicional a un servicio público financiado vía impuestos.
Como chiste podría decirse que es más bien doble pago que copago.
Querido Iturbide: La Comunidad de Madrid, por ejemplo, entrega a la salida de las intervenciones quirúrgicas, una factura donde indica el coste de la operacion, aunque no se cobra al usuario. Simplemente se le informa de lo que le cuesta. La sanidad la pagamos todos, estemos buenos o enfermos, pero el copago tiene un efecto disuasorio como se ha demostrado en otros países; no es un doble pago, sino como bien indica una tasa (que no un impuesto) específica dedicada a los usuarios que van a urgencias por un catarro, la fiebre del niño y colapsan los servicios. No se trata de pagar dos veces por un mismo servicio, sino de pagar 1 euro, por ejemplo, por visitas inesperadas, reiterativas y sin causa justificada. Habría que afinar el trazo grueso que he descrito, pero los tiros van por ahí.
Según su razonamiento y si, como espero y deseo, goza de buena salud y no va al médico ni al Hospital la solución sería hacer una especie de objeción sanitaria y que le devuelvan la parte de sus impuestos que no ha gastado.
Yo suelo estar de acuerdo con las propuestas razonables, vengan de donde vengan y me da lo mismo que lo proponga Miguel Sanz u otro personaje público, siempre que sea sensato.
Y me parece que el debate, por lo menos, merece la pena.
Felices Fiestas a usted y a todos los contertulios, así como al Director y al personal que trabaja en NC.
En casi todas -o todas- las noticias económicas referidas al momento que vivimos, se hace alusión al año en el que volveremos a la «situación actual» del estado de bienestar europeo. Dudo mucho que esta generación o la próxima vuelva al actual nivel del estado de bienestar. También se pide «creatividad e innovación» para ser más competitivos: ¿cómo se fabrica? ¿en cuanto tiempo?
Hace falta: a) generación de empleo; y b) inversión de la pirámide demográfica. Estos factores afectan directamente en los necesarios porcentajes de co-pago a medio plazo, tanto en sanidad como en educación. Pensiones va por otro lado. El uso de genéricos farmacéuticos y co-pago de recetas es un hecho a corto plazo.
En cuanto a las declaraciones del presidente Sanz, la sanidad francesa se lo planteaba ya en los ’80. A medio plazo será imprescindible el co-pago en la atención sanitaria, según las variables arriba mencionadas (dudo que sea un euro …), tal vez excluyendo a la clase pasiva por sus bajos ingresos.
El mecanismo de pago puede ser muy variado con toda la información que la Administración posee de los ciudadanos: descuentos de la nómina o pensiones, etc.
Nos dolerá. Pero apuesto 10:1 que no «volvemos al nivel actual» de renta, bienestar, calidad de vida ni en esta generación ni en la siguiente.
Y el copago, ¿de qué tipo?Gestionar el copago es caro, hay que montar una estructura.¿Alguien lo ha calculado?Por un lado están los ingresos que genere, por otro los gastos de gestionarlo(a un euro per person, lo mismo se pierde dinero) y por otro lado el ahorro que se produce por el efecto disuasorio(nadie, que se sepa, lo ha calculado)Además, ¿qué se hace con el que voluntariamente no lo pague?¿se le niega la sanidad que lleva toda la vida pagando?Hablar del copago sin contemplar todas esas variables y, supongo, algunas más es una broma.¿Por qué se habla de esto y nadie lo explica?Por no hablar de cómo se valora la oprtunidad o no de una visita al hospital( ahí está el ejemplo de las bajas laborales).Eso sí, don Miguel, ahora que se va, defiende lo que ha tenido tantos años para implantar.Será que lo acaba de descubrir, imagino.
¿Y si se ponen en práctica antes otras medidas mucho más eficaces(vender empresas públicas y participaciones varias, controlar subvenciones, coches, dietas, dobles y triples sueldos y otras muchas)que no perjudican a los ciudadanos, más bien al contrario,antes de pedirles nuevos esfuerzos. Los gobernantes pueden hacer mucho si quieren, que lo hagan.Por descontado que hay que colaborar, pero los que mandan deben dar ejemplo. Ya está bien de cargar siempre contra el administrado.
Copago. Funciona muy bien en los países (más avanzados) en los que se implantó. Los datos están en la red (eso sí, hace falta «saber idiomas»). La burbuja principal ni es ni era ni quizá sea la inmobiliaria, sino la cerebral: la gente ve brotes verdes por doquier y piensa que basta con cambiar el carnero que camina en cabeza de las ovejas para que el rebaño vuelva a pastar en suculentos ribazos. Pues no. Los que prefieren seguir en el engaño, son aún peores que los que engañan. Ninguno entre los lectores de NC que tuvimos ocasión de debatir sobre Hyman Philip Minsky hace ya un momntón de tiempo. Felicidades a todos. Un usuario de Osusanbidea.
D. Fernando, veo por su comentario que no he sabido reflejar la intención con la que lo escribí. No me refería a la necesidad o no del copago (que es otro debate) sino la malicia de llamar co-pago al abono de una tasa cada vez que paso por el médico o acudo a urgencias. Co-pago significa que por un lado pago yo y por otro lado viene alguien y abona la mayor parte del gasto. Ojalá fuera así.
La cuestión es que vía impuestos financiamos el costo del gasto sanitario (unos 1.000 millones y de Euros). Ahora cada vez que pases por el médico deberás pasar por la taquilla. Pero de copago nada. Lo que hay es un incremento de la recaudación. Es decir, vamos a pagar más por los mismos servicios. Que ninguna alma cándida piense que la implantación de tasas por servicios médicos va a rebajar los impuestos.
Aviso. No se tome este comentario como una defensa soterrada de la gratuidad del servicio público sanitario. Eso sí, el implantar una tasa por el uso de servicios médicos u hospitalarios supone una quiebra d la idea socialdemócrata de que el Estado te cubre tus situaciones de necesidad. Pero eso es otra historia
No se preocupe Sr. Iturbide que quizá sea yo el que le ha entendido mal. Yo estoy a favor del copago (si quiere le cambiamos el nombre, no vamos a discutir por cuestiones semánticas) como medida disuasoria no como medida de financiación privada de la sanidad pública, que debe ser sufragada con impuestos. ¿Si ponemos un euro por visita injustificada (eso es lo que dije) cuánto cree que recaudaremos. Muy poco. Pero cuánto ahorraremos en urgencias, refuerzo de turnos, listas de espera, etc.
No pretendía sustituir los impuestos por tasas porque eso sería cargarse la sanidad universal y que paguen los enfermos cualquiera que sea su nivel de renta.
En lo que estoy en contra es en el uso abusivo de la sanidad pública y eso lo deben determinar los médicos y los políticos. Acuda (Dios no lo quiera) un día a urgencias del Hospital de Navarra y verá lo que hay, especialmente en pediatría. Y hay estadísticas curiosas; ¿por ejemplo, sabe que cuando televisan un Madrid-Barça las urgencias se vacían?
En el fondo creo que estamos de acuerdo y la tasa disuasoria no serviría para recaudar ni para sustituir, sino para ahorrar vía reducción de gasto.
En fin, me pondré enfermo porque no me ha tocado la Loteria y me he deprimido; voy a ver si me dan algo en urgencias.
Feliz Navidad.