¿Merece realmente la pena comentar los Presupuestos de Navarra? O sea, podríamos empezar diseccionando la cifras para analizar un presupuesto socialdemócrata más, con alguna pedrada peculiar característica del nacionalismo, basado en un aumento del gasto que nos lleva a los 4.573 millones de euros, con un techo de gasto no financiero de 4.256 millones, lo que representa un 5,9% más de gasto que el año anterior. Se trata de unos Presupuestos tan, pero tan progresistas y sociales, tan diferentes de la política de austeridad de la derecha, que igualan los de UPN en el año 2010.
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A ELA y LAB no les han gustado nada estos Presupuestos aprobados por PSN, Geroa y Podemos, con la abstención de IE y Bildu. Para los sindicatos abertzales, se trata de unas cuentas “antisociales» que asumen totalmente “la política de austeridad, el objetivo de déficit y la regla de gasto». Tanto es así que, efectivamente, los Presupuestos se quedan a 5.470 euros del techo de gasto, apenas un poco más de los 5.389 euros que tiene ahorrados Uxue Barcos.
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Lo cierto es que a ELA y LAB no les falta razón. De hecho cabría preguntarse qué es un presupuesto social. Llevada la lógica del gasto social a su último extremo, un presupuesto social es aquel que parte de un tipo fiscal del 100% al 100% de los ciudadanos. Es la única forma de asegurar el gasto social y el estado del bienestar, creando una sociedad basada en el bien común en vez de en el beneficio particular. Todo aquel que redujera en 1 sólo euro un gasto público del 100% ya sería un poco menos social y un poco menos progresista que el más progresista y social, y por tanto menos solidario y peor persona.
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El trámite de aprobación y el pertinente rifirrafe parlamentario resultó un tanto contradictorio porque el portavoz del PSOE, Ramón Alzórriz, aprovechó para arremeter contra Navarra Suma con los mantras habituales: «Los navarros nos realizaron un mandato en mayo, que dialogásemos entre diferentes y acercáramos posturas. Navarra Suma ni entendió ni entiende ese mandato, se ha enrocado en una espiral de negación y conflicto permanente”. La contradicción es que Adolfo Araiz, el portavoz de Bildu, desmintió sin querer a Alzórriz al ofrecer una versión totalmente diferente y presumir de que Bildu había hecho elegir al PSN entre Navarra Suma y Bildu y que, por supuesto, el PSN había elegido Bildu: “le dijimos al Gobierno de Navarra que tenía que mirar a la izquierda o a la derecha, que era imposible pactar con los dos a la vez las políticas públicas, y el Gobierno ha mirado a la izquierda y ha alcanzado un acuerdo político”.
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El caso es que, volviendo al principio, la pregunta importante es si los Presupuestos de Navarra ya son papel mojado recién aprobados y si tiene el más mínimo interés debatir sobre ellos. El IBEX 35 ha perdido 1.000 puntos en 5 días, lo que supone una pérdida superior al 10%. El NASDAQ estadounidense ha perdido un 12%. Sólo ayer el Dow Jones cayó casi un 5% ante la noticia de que California está monitorizando a 8.400 personas llegadas desde países en donde podían haber contraído el coronavirus. Da igual la proporción de racionalidad y pánico desinformado, los efectos son reales y directos sobre la economía. Con las bolsas mundiales cayendo a plomo, los diputados del pentapartito sonriendo y dándose palmaditas parecían una panda de alucinados ajenos por completo a lo que está sucediendo en el mundo real fuera de su burbuja. Habrá que ver hasta dónde llega esta crisis médico-financiera, pero lo que vaya a pasar con el gasto público navarro se va a decidir muy lejos de Navarra. Todas las previsiones macro de crecimiento, recaudación, etc, contenidas en los Presupuestos Generales de Navarra, están en el aire. No merece la pena dedicarles ni un minuto hasta ver lo que pasa.
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