El dato publicado ayer por Diario de Navarra es demoledor. El déficit de las pensiones en Navarra creció en 2018 hasta los 245 millones de euros. Es decir, hay un agujero entre los ingresos de la Seguridad Social por las cotizaciones y el gasto en pensiones de 245 millones. Y lo que es peor, lo hay aunque el año pasado los ingresos mejoraron un 5,5% a consecuencia de la bonanza económica y la mejora del mercado laboral.
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Ante un dato tan demoledor, en realidad resulta un tanto surrealista que haya que argumentar mucho más para darse cuenta de que todo lo que dicen nuestros políticos sobre las pensiones es mentira. Todas las promesas que hacen son falsas. Cuanto más promete un político mejorar las pensiones, más está mintiendo. O sea, que la izquierda sobre todo no para de mentir. Y da igual lo que reclamen los yayoflautas o las manifestaciones que hagan. Si hay un desfase de 245 millones entre lo que se ingresa por cotizaciones y lo que se gasta en pensiones, hablar de subir las pensiones es sencillamente ridículo. ¿Qué hacemos aún debatiendo la sostenibilidad del sistema cuando ya hoy no se puede pagar? Y si ya hoy no se puede pagar, ¿qué sentido tiene aumentar las pensiones salvo acelerar el colapso del sistema?
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Los yayoflautas que reclaman subidas de pensiones parecen ignorar por completo que el dinero con el que se pagan las pensiones no cae del cielo. Viene de las cotizaciones de las personas que están trabajando. O sea, de los salarios de las personas que están trabajando. Para subir las pensiones, por tanto, hay que bajar los salarios. ¿Se enteran de esto los pensionistas? ¿Se enteran los asalariados?
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Hay quien dice que las pensiones se pueden pagar sin ningún problema y que, si las cotizaciones no bastan para pagarlas, la cosa es tan sencilla como pagarlas mediante impuestos. Por lo visto el dinero de las cotizaciones no llueve del cielo pero el dinero con el que pagamos los impuestos sí.
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En el caso de Navarra, por ejemplo, cerrar el desfase entre gastos e ingresos sería tan “sencillo” como subir los impuestos a los trabajadores navarros por un montante de 245 millones de euros. Teniendo en cuenta que ahora mismo tenemos 290.000 navarros ocupados, bastaría con que cada trabajador navarro pagara 840 euros más de impuestos cada año para tapar el agujero. Piensen en ello antes de aplaudir con entusiasmo a los políticos que prometen subidas de las pensiones o a los yayoflautas que las reclaman. Alternativamente también se pueden cerrar un tercio de los colegios y hospitales para cuadrar las cuentas de las pensiones.
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Por lo demás es obvio cuál es el problema igual que es obvio por qué nos mienten los políticos. Las pensiones no se pueden pagar porque la proporción de jubilados por cada trabajador cada vez es mayor, y aumenta cada vez más por la caída de la natalidad y el envejecimiento de la población. Ahora bien, si cada vez hay más gente mayor, por tanto más pensionistas o más personas aproximándose a la jubilación, eso también significa que para ganar las elecciones hay que ganarse el voto de los mayores, y para eso hay que prometer subidas de las pensiones. O sea, hay que mentir. Mentir descaradamente. Mentir sin complejos. Mentir de una forma desproporcionada y totalmente desmedida. Total, ¿quién prefiere a una buena mentira una maldita calculadora con su fría y espantosa verdad?
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2 respuestas
Pues para mí es muy sencillo. En la nómina te descuentan para Impuestos y para S.S. Si bajase lo de los impuestos (Gastos autonómicos diversos) y subiese lo de la S.S., a los trabajadores nos daría igual y las pensiones serían sostenibles.
O sea, en mi opinión, lo que está quebrado es el Estado Autonómico, pero claro, este tema no toca…
Pues yo no lo veo tan fácil, BeerCan. Tenemos un sistema de pensiones inviable desde cualquier punto de vista, es más, si una entidad no estatal quisiera poner en marcha un plan de pensiones privado y voluntario similar al sistema de reparto de la Seguridad Social, el propio Estado no se lo permitiría por ser ilegal. Lo que pasa es que, como decía Jean-Claude Juncker, Primer Ministro de Luxemburgo 1995-2013 y actual Presidente de la Comisión europea: «Todos sabemos lo que hay que hacer, lo que no sabemos es cómo ser reelegidos si lo hacemos».