Más ayuntamientos “tóxicos”.

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Para empezar añadimos algunos ayuntamientos más a nuestra lista. Advertimos sin embargo que no es una lista exhaustiva de todos los ayuntamientos que presumiblemente van a tener problemas importantes para cuadrar en el futuro sus economías. De lo que sí se trata es de sacar a la luz, con detalles y números, la quiebra de un modelo. Un modelo que nos queda mucho más cerca que la crisis transatlántica, que se suma a ella y que sólo era cuestión de tiempo que explotara.

Si es la primera vez que se acercan a esta información, les recomendamos para su comprensión la lectura de los dos artículos anteriores de esta serie. Puede acceder a ellos pinchando aquí y aquí.

Empezamos con un ayuntamiento cuyas cuentas no merecen mayor explicación sobre las que presentábamos ayer.

Valtierra.

Una vez más, los números son lo bastante expresivos para merecer mayor comentario.

Los dos siguientes ayuntamientos, por el contrario, sí merecen algún comentario por presentar alguna característica novedosa.

Berrioplano.

El ayuntamiento de Berrioplano no presenta una situación dramática a la vista de los números. Presenta ahorro neto positivo, cuenta con un colchón de 2.000.000 de euros del que ir tirando cuando apriete la crisis y su deuda es prácticamente inexistente. El previsible desplome del ICIO sin duda supone una amenaza importante para la conservación del ahorro neto positivo, un asunto que es una característica generalizada de casi todos los ayuntamientos, y que muestra hasta qué punto sus economías han crecido al calor de la construcción. Sin embargo, el ejemplo de Berrioplano nos interesa también por otro asunto. Se trata por ejemplo de la construcción prevista de un polideportivo presupuestado en 16 millones de euros. A la vista de los números, aquí sí que no nos queda más remedio que ser escépticos y considerar las cuentas de Berrioplano como un ejemplo entre muchos de otro fenómeno: la fiesta se ha acabado.

Castejón.

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La peculiaridad de Castejón viene dada por un factor del que no habíamos hablado hasta ahora, pero que también es importante. Se trata del plazo de vencimiento de la deuda. Hasta hace no mucho tiempo, una forma de superar los momentos de crisis era refinanciar la deuda a más largo plazo. Sin embargo, los plazos de la deuda de los ayuntamientos han ido aumentando progresivamente a lo largo de estos años. Por si no fuera poco todo lo que hemos ido exponiendo hasta ahora, en algunos casos también tenemos que la tradicional estrategia de refinanciar la deuda a más largo plazo va a resultar más complicada en cuanto a su eficacia que en el pasado. Se trata por tanto de un nuevo factor que incorporar al análisis de esta crisis y que no podíamos dejar de mencionar.