En realidad, como ya analizamos la semana pasada, el Tribunal de Estrasburgo no ha dicho que los etarras sean buenos ni que no merezcan las penas más duras, incluso la cadena perpetua, pero determina que entre 1977 y 1995 hemos sido bastante inútiles a la hora de imponerles las condenas. En realidad, el problema con la doctrina Parot viene enmarcado por los dos siguiente artículos del Código Penal de 1973:
Artículo 70.2
No obstante lo dispuesto en la regla anterior, el máximum de cumplimiento de la condena del culpable no podrá exceder del triplo del tiempo por que se le impusiere la más grave de las penas en que haya incurrido, dejando de extinguir las que procedan desde que las ya impuestas cubrieren el máximum de tiempo predicho, que no podrá exceder de treinta años.
Artículo 100
Podrán redimir su pena con el trabajo, desde que sea firme la sentencia respectiva, los reclusos condenados a penas de reclusión, prisión y arresto mayor. Al recluso trabajador se abonará, para el cumplimiento de la pena impuesta, previa aprobación del Juez de vigilancia, un día por cada dos de trabajo, y el tiempo así redimido, se le contará también para la concesión de la libertad condicional.
Como todo el mundo sabe, el Tribunal Supremo determinó que el descuento del día de prisión por cada dos de trabajo se computaría sobre la pena de 30 años y no sobre el acumulado de todas las penas.
Por consiguiente, con la bendición de Estrasburgo se puede imponer legalmente una pena muy dura a los terroristas, mucho mayor que la del Código del 73, pero lo que Estrasburgo dice es que no se puede poner una pena blanda, juzgar y condenar a alguien en virtud de esa pena blanda, decidir aplicarla con un determinado criterio y luego pretender cambiar todo retroactivamente.
En este sentido, no obstante, aunque en la responsabilidad del desastre que ahora padecemos hay que repartir culpas entre magistrados y políticos, unos políticos tienen más culpa que otros. Porque lo que ahora sucede era más que previsible. No olvidemos que el PP, desde la oposición, intentó corregir el Código Penal del 73 hasta en nueve ocasiones entre 1986 y 1985. Hasta cinco veces se llegó a votar en el Parlamento el cumplimiento íntegro de las penas y el PSOE votó en contra las cinco veces. Y no olvidemos tampoco que el propio Supremo, que decidió aplicar la redención de penas sobre el máximo de 30 años y no sobre el acumulado, no era sino una mera emanación política del Parlamento.
¿Qué además ahora ha podido venir bien aquella legislación penal catastrófica? Es posible, pero el Código de 1973 no lo redactó la ETA ni lo mantuvo Estrasburgo hasta el 95. Fuimos nosotros. Unos más que otros, pero nosotros.
Las víctimas tienen razón
No obstante lo cual, la presidenta de la AVT, Angeles Pedraza, se preguntaba ayer con toda la razón “¿Qué han hecho los poderes públicos para evitar la situación tan dolorosa que estamos viviendo? ¿Qué han hecho a lo largo de los años? ¿Han sido todo lo activos y enérgicos que debían en la aplicación de la ley?”. Y reclamó a todas las instituciones “que hagan examen de conciencia y miren a las víctimas a la cara.”
Obviamente si hay alguien que no es responsable de los desastres legales y judiciales son las víctimas.
Pedraza finalizó su intervención reclamando un final del terrorismo que permita decir a las víctimas que “nuestro inmenso sacrificio ha merecido la pena. Hemos ganado y ellos, los asesinos, han perdido”.
Lo que reclama Pedraza no es más que justicia, si bien en España justicia y tribunales es a menudo un oxímoron.
Parrena y Longás arremeten contra las víctimas
En medio del aprecio y respaldo popular hacia las víctimas, que congregó a decenas de miles de personas, llaman la atención las reacciones de algunos políticos.
Por un lado la de Pernando Barrena, el histórico portavoz etasuno declarando que la concentración en Madrid representaba “los más bajos instintos, que intenta imponer el pensamiento único también en materia de paz y reconciliación».
Para Barrena, «La ultraderecha ha parasitado a la dirección de algunas asociaciones de víctimas, que sólo buscan sembrar odio, venganza, revancha y la anulación de los derechos básicos«.
El portavoz de la “izquierda abertzale” afirmó que la protesta de ayer «no es representativa ni de la sociedad española en general ni de las víctimas de la violencia, que son las primeras interesadas en la paz y en que nadie tenga que volver a pasar nunca lo que ellos pasaron».
Pero a fin de cuentas, Barrena es un histórico de Batasuna. Un representante del aparato paramilitar de ETA. Alguien que decidió entrar a militar en una organización que mandaba a una parte de sus efectivos a las instituciones y a otra parte a matar a quienes discutían con ellos. Barrena consideró que militar en una organización que tenía una banda de pistoleros dedicados a matar a quien discutiera con él le ofrecía un plus cuyo atractivo no fue capaz de rechazar. Es decir, que la postura de Barrena resulta previsible y casi se puede decir que le va en el sueldo.
Más llamativa por tanto resulta la postura de Juan Carlos Longás, el hombre que Bildu presentó como candidato de consenso y mirlo blanco de la oposición en la moción de censura contra Barcina de hace sólo unos meses. Un profesor de la UPNA que venía del nacionalismo moderado y transversal de Nafarroa Bai y que ayer tuiteba reflexiones como las siguientes:
«Oyendo a la AVT habrá que pensar que Franco fue, como dicen ellos, un dictador benevolente»
«Después de la dosis de fascismo de hoy, qué le queda al PP por apoyar?»
«AVT y de las JONS. Todo va quedando ya muy claro»
Claro, alguien podría pensar que si las víctimas de ETA son unas franquistas, ETA es una organización dedicada a luchar contra el fascismo.
La candidatura de Longás para convertirse en presidente de la Comunidad Foral contó el pasado mes de abril con los 18 votos a favor de Bildu (7), Aralar (6), IU (3) y los dos parlamentarios no adscritos de Geroa Bai.
Por cierto, en la manifestación de la AVT también estaban familiares de Marta del Castillo, Sandra Palo, o las niñas de Alcasser. Todos unos franquistas.
Valore cada cual si hoy hay que celebrar o lamentar que tuits como los anteriores no los haya escrito el presidente del Gobierno de Navarra en su cuenta. Y tomen nota para el futuro, ya puestos.
17 respuestas
Clarete, yo lo desconozco, si tiene la amabilidad de aportar información, se lo agradeceremos.
O sea que, después de tantas vueltas… sabe Vd. lo mismo que yo. Que pena que el juez autorizara destruir los restos de los trenes, o sea, las pruebas, a los dos días del atentado. Los restos del avión que se estrelló en Barajas en 2008 todavía se guardan por si hay que investigar más, lo mismo que los del tren accidentado en Santiago este verano. ¿Por qué no se hizo lo mismo con los restos del 11-M?.