A finales de 2020 se conoció la noticia de que el etarra José Javier Arizkuren Ruiz, alias “Kantauri”, tras sufrir un infarto en la cárcel de Murcia iba a ser trasladado a Pamplona, cambiando el criterio inicial de que fuera trasladado a la cárcel de Logroño. Kantauri, natural de Pamplona, es uno de los presos históricos de ETA, también uno de los más sanguinarios e irredentos, al que se le atribuyen al menos 15 asesinatos. En realidad se le trasladó tras el infarto pero no por el infarto. La decisión de trasladarlo fue anterior y el actual gobierno ha estado trasladando presos de ETA constantemente con infarto o sin infarto.
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Prisiones cambia de criterio y envía al histórico etarra Kantauri a la cárcel de Pamplona https://t.co/GMTD5vTnZr a través de @sernavarra
— Cadena SER (@La_SER) December 18, 2020
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Durante el verano, en el mes de julio, la noticia que trascendió fue la de que Kantauri andaba entrando y saliendo de la cárcel en un régimen de semi-libertad y dándose paseos por Pamplona. Kantauri ingresó en prisión en diciembre de 2001 y el ex-jefe del aparato militar de ETA por tanto no lleva todavía ni 20 años en prisión por sus 15 asesinatos. Parece que Kantauri es uno de los 42 presos de ETA que escribió una nota lamentando el daño causado por al violencia, pero sin una condena expresa contra la organización terrorista y siguiendo un patrón marcado por las directrices del colectivo de presos de la izquierda abertzale. El texto vendría a ser un escrito de compromiso caracterizado por la ambigüedad, en virtud del cual el gobierno encuentra una excusa para el acercamiento generalizado de presos no arrepentidos pero sin una condena ni un desmarque real. De alguna manera se asimila a los terroristas a soldados, haciéndoles decir que les hubiera gustado conseguir sus objetivos sin necesidad de usar la violencia o que no se alegran del sufrimiento de sus víctimas. O sea, exactamente lo mismo que Tony Soprano podría decir de la violencia contra cualquier persona a la que tuvo que pegar o matar para conseguir el pago de un porcentaje.
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Kantauri, de paseo por Pamplona
El 23 de Julio, Kantauri salió de prisión a las 8 de la mañana y anduvo por Pamplona hasta las 17:00 horas. De lunes a jueves saldrá con ese horario. ¿A que no te has enterado por la prensa?https://t.co/QIpq9SSAli
Un navrazo,
Pachi #desolvidar pic.twitter.com/jesINrQ47u— pachi mendiburu (@patxi_mendiburu) July 25, 2021
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La última noticia de Kantauri es que fue uno de los presos de ETA que no quiso ver en la cárcel el pase de la película Maixabel, basada en la historia de un etarra arrepentido y a la que el actual gobierno socialista no para de promocionar y hacer propaganda. De hecho ningún preso de ETA de la cárcel de Pamplona quiso ver la película.
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Ninguno de los reclusos de ETA en la cárcel de Pamplona, incluido Kantauri, asiste a la proyección de la película @MAIXABEL_Iciar ni al coloquio posterior con la viuda de Juan María Jáuregui. “Una pena”, ha lamentado ella. https://t.co/K9Y6mfu1nZ
— Fundación Fernando Buesa Blanco Fundazioa (@Fundacion_Buesa) September 26, 2021
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Lo llamativo sin embargo es por qué los presos de ETA se desmarcan de la película mientras el PSOE la apoya de forma tan rotunda. El PSOE parece apoyarla porque de algún modo la película pretende extender la idea de que el etarra arrepentido de la película representa en realidad a todos los etarras, o a todos los etarras en potencia. También parece estar de por medio el discurso de Tosar de que un etarra es como un progresista comprometido de cualquier parte de España, pero que al nacer en la CAV o Navarra lo suyo es acabar en la ETA. ¿Y por qué se desmarcan de la película la izquierda abertzale y los presos de ETA no arrepentidos? Pues porque el PSOE necesita blanquearlos para dialogar y pactar con la izquierda abertzale, pero ellos en cambio ni necesitan ni quieren ser blanqueados. Al revés, les ofende que se les intente blanquear y nanclaresizar, y no pierden ocasión de hacerlo notar.
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