La contradictoria actuación socialista en el Ayuntamiento de Pamplona.
Llama la atención esta claridad de ideas con todo lo sucedido recientemente en el Ayuntamiento de Pamplona. En la capital navarra, el grupo socialista ha votado junto a ANV para desalojar al jefe de la Policía Municipal de Pamplona (en el punto de mira del entorno etarra) y reprobar a la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina. El PSN extendió el campo de confrontación contra la alcaldesa también a la cesión de espacio para las barracas de Gora Iruñea, un colectivo que agrupa peñas, grupos de danza y otras asociaciones, con una clara cercanía al mundo batasuno. Como muestra, todos sus portavoces han formado parte de listas ilegalizadas por su relación con ETA. Sólo el asesinato de Eduardo Puelles y el creciente escándalo en torno a la postura del PSN, obligó al grupo de Maite Esporrín a introducir repentinamente en la moción una exigencia de condena a Gora Iruñea. Evidentemente, Gora Iruñea se negó a condenar el atentado dando la razón a las postura previamente mantenida por Yolanda Barcina. A la vista de la actitud del PSE y las declaraciones de Rodolfo Ares, da la sensación que la estrategia del PSN en el Ayuntamiento de Pamplona, por contradictoria, ha quedado reprobada. O por lo menos desfasada.