37El gobierno de España, por lo visto, se ha hartado de encabezar las cifras de muertos e infectados en todo el mundo. Sin embargo, como al gobierno de españa se le da mucho mejor la propaganda que abordar con eficacia las crisis sanitarias -las crisis en general-, lo que parece que está haciendo para que nuestro país deje de ser el país del mundo con más muertos y contagiados no es tratar de erradicar al coronavirus con eficacia, sino algo mucho más sencillo como es manipular los datos. Y quizá también eso explica el poco interés de los gobiernos autónomicos socialistas para llevar a cabo test PCR masivos.
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El caso es que hace unos días el gobierno de España, de buenas a primeras, ha decidido cambiar la forma en que venía ofreciendo los datos estadísticos, unos datos estadísticos que ya de por sí resultaban confusos y sospechosos. Ahora son todavía más confusos y sospechosos.
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A nadie se le escapa que las cifras oficiales de muertos y contagiados no reflejaban adecuadamente la realidad porque no a todos los pacientes sospechosos se les hacía un test en vida para ver si eran positivos, y mucho menos aún cuando morían. Si morían sin haber dado positivo por no habérseles hecho el test, no contaban como positivos. Esa es una de las razones de que, por ejemplo, la diferencia de fallecimientos en España de marzo y abril sean mucho mayores que las cifras de muertes en los meses de marzo y abril del año pasado, y también mucho mayores que las cifras oficiales de muertos reconocidos.
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Con eso y con todo, hasta ahora el gobierno de España ofrecía la cifra de muertos y contagiados que resultaba de sumar a todas las personas a las que se les había hecho un test y habían dado positivo, ya fuera un test PCR para saber si tenían la enfermedad, o ya fuera un test rápido de anticuerpos, para ver si la habían tenido. Pues bien, de pronto el gobierno dejó de ofrecer los datos de los contagiados por test de anticuerpos para pasar a ofrecer sólo el número de aquellos que habían dado positivo en un test PCR, obviamente una cifra menor (artificialmente menor) que la suma de las dos.
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No obstante, aunque el gobierno de España no incluía en la cifra final oficial las personas que habían dado positivo en el test de anticuerpos para contabilizarlas como contagiados, siguió dando al menos un día más la cifra por separado, con lo que los periodistas las tomaban y las sumaban por su cuenta, ofreciendo como resultado final la suma de ambas y manteniendo la evolución comparativa de contagiados antes del cambio de criterio estadístico del gobierno. En consecuencia, el gobierno ha dejado de ofrecer el dato de los contagiados descubiertos por los test de anticuerpos y asunto resuelto. Ahora sólo computan como contagiadas las personas que han dado positivo en un test PCR, lo que a su vez a lo mejor es una explicación -a falta de otra mejor- de por qué hay gobiernos autonómicos del PSOE que no quieren hacer demasiados test PCR, sino sólo los imprescindibles a los pacientes sintomáticos.
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Trampear sí, gestionar no
Ayer mismo se produjo un suceso que evidencia esta voluntad del gobierno de falsear los datos, ya que para mejorar la comparativa de test realizados entre los países de la OCDE, añadió a los PCR los test rápidos en una estadística en la que, sin embargo, el resto de países sólo ofrecía la cifra de los PCR. O sea, que el gobierno español quita los test cuando se trata de contar a los contagiados, y los añade cuando se trata de computar los test realizados. Con eso y con todo, seguimos siendo siendo el país del mundo con más contagiados de manera indisputada, y el país con más muertos si contamos bien los muertos, como hace Bélgica. Está mucho más clara a estas alturas la capacidad de nuestro gobierno para trampear que para gestionar. Pero tampoco es que su capacidad de trampear sea muy magistral cuando una y otra vez le vuelven a pillar. Si es por lo de ayer, el gobierno tendría que perseguirse a sí mismo por la difusión de bulos. La buena noticia es que, a pesar de todo, entre la engañosa niebla de las cifras oficiales se vislumbra una mejora real de las cosas. Quizá no en la medida en que pretende el gobierno o al margen de lo que muestra el gobierno, pero parece que están mejorando.
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