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Entre las noticias que pasan más o menos desapercibidas se encuentra lo sucedido hace un par de días, cuando los CDR intentaron cerrar la frontera de Cataluña con Francia. Sabedora la policía de sus planes, sin embargo, la maniobra de los CDR resultó un completo fracaso: en esta ocasión no se produjo la complacencia de otros momentos. En el curso de las operaciones policiales para impedir actuación de los CDR, no obstante, se produjo el episodio noticioso al que queremos referirnos.
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Tras parar, identificar y registrar a un grupo de CDR en La Junquera, los Mossos les intervinieron una caja en la que había cuatro sobres, y en los sobres 9.900 euros en billetes pequeños. Los CDR alegaron que se trataba de una aportación a un proyecto social en Figuera, donde aseguraban que querían ir a pasar el día. Los agentes, lógicamente, no se creyeron una palabra y se ha abierto una investigación sobre la financiación de los CDR. Una investigación problemática porque, una vez más, podemos encontrarnos con que el financia a los CDR y el que dirige a los Mossos pudiera ser el mismo grupo de personas, lo que nos lleva al siguiente punto.
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Si un grupo de salvajes se pone a tirar piedras a la policía, quemar contenedores o saquear comercios, la policía lógicamente debe intervenir, y debe intervenir con toda la fuerza necesaria para imponerse sobre los salvajes, con los medios adecuados para proteger a los policías. No obstante, la lucha contra los grupos violentos no puede limitarse al enfrentamiento físico con la policía. De hecho ese enfrentamiento sólo puede ser el último eslabón de una cadena que debe contemplar muchas otras medidas anteriores. Más que un grupo antidisturbios de la UIP, da la impresión que en Cataluña hace falta más y sobre todo antes y para evitar enfrentamientos en la calle un comando de intrépidos auditores.
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El dinero del nacionalismo
Lo que muy difícilmente podrían conseguir 5.000 policías, seguramente lo podría conseguir de una forma sencilla un equipo de 15 auditores. Obviamente tendrían que tener acceso a toda la información, para lo que intervenir la Generalidad sería un requisito inexcusable. La misión de estos 15 auditores sería estudiar cuantas nóminas del presupuesto publico hay que dejar de pagar para detener el golpe. Es probable que llegaran a la conclusión de que dejando de pagar no más de 5.000 nóminas se acabaría el golpe. Habría que incluir además, obviamente, las subvenciones a toda una serie de medios, organismos y asociaciones. Sería incruento, sería aleccionador, el golpe quedaría desarticulado y encima ahorraríamos dinero. ¿Habría una reacción violenta? Es posible, pero con una fracción de la violencia que podrían ejercer antes de haberles dejado sin suministros y sin cajas con sobres llenas de billetes pequeños. A saber hasta que llegan a los tontomatxakas de los CDR, por cierto, cuántos billetes se van quedando por el camino y en qué bolsillos.
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2 respuestas
No les quepa ninguna duda. El dinero de todo este negocio que se llama Procés viene de los impuestos que pagan los gaditanos, los pacenses, los murcianos, los madrileños y los turolenses. No les quepa duda. Ninguna.
Y si no, llamen al FLA.
En cualquier actuación mundana el cerebro electrónico, la sala de máquinas, el puente de mandos, el cuadro de control, o la CPU siempre están en el mismo sitio: en la cartera. Si desconectas la cartera los dejas a oscuras.