Hay personas, de hecho la mayoría, que no tratan de meter la política hasta en la sopa a sus semejantes, incluyendo el público infantil. Obviamente no es el caso del entorno de los presos de ETA y el submundo que les secunda. A tal punto que, incluso en la exposición de playmóbiles que desde hace semanas se puede disfrutar en Baluarte, resulta imposible escapar a este tipo de referencias. Entre los diversos escenarios recreados con playmóbiles, que van desde el Génesis hasta la batalla de Gettysburg, uno de ellos es del encierro en las calles de Pamplona. La tentación de colar una pancarta de las peñas con el mapa de Navarra incluida en la CAV y reclamando el acercamiento de los presos etarras, por lo que se ve, ha resultado insuperable para algunos.
En otro orden de cosas, pero dentro aún del capítulo de las inocentes sutilezas, nos dicen que ciertas simpáticas escenas de la intimidad doméstica que se revelan en el interior de algunas casas demuestran sin ningún género de dudas que los playmóbiles son de plástico, pero no de piedra.
3 respuestas
El problema es que determinadas personas viven encerradas en un mundo, Euskomatrix, donde la tierra no gira respecto al sol, sino alrededor del euskera y los presos, cuales Phobos y Deimos alterados. Y no hay manera de sacarlos de ahí, ni hablar ya de lo de viajar, leer y fo**ar más. De la Ikastola a la Kooperativa, con Etb, EuskalRadio, Etbradio, RadioEuskadi etc. A ver qué hace el GN ahora con las nuevas concesiones de radio…hay personas que necesitan oxígeno para que su cerebro pueda empezar a funcionar.
A mí lo que me sorprendió fue que ninguno de los playmobiles fuera vestido con Quechua y Chirucas, como corresponde al uniforme de la zona.
Así que entiendo que toda la exposición en su conjunto era ficción.
menuda paranoia ¿no?