Un adelanto electoral es una potestad de la presidenta del gobierno y no tiene sentido en estos momentos. Por un lado, es casi seguro que los resultados no constituirían ninguna solución en sí mismos. ¿En qué sería distinta la situación a la de ahora?
¿Obtendría UPN con el PPN una mayoría absoluta?
¿La obtendría el PSN con Geroa Bai e IU?
¿La obtendría Bildu sólo con Geroa Bai e IU?
¿Tiene que adelantar las elecciones Barcina con la esperanza de que se produzca uno de estos tres escenarios, de los cuales acaso el más improbable sea el primero?
Para que UPN gobierne en minoría, o con el PSN, o para que el PSN gobierne con Geroa Bai, Bildu e IU, estrictamente no hacen falta elecciones: es lo que ya tenemos.
Si en Navarra es difícil gobernar en virtud de lo que sucede en las urnas entonces, en vez de clamar como un mantra por unas nuevas elecciones, a lo mejor lo que había que hacer es un cambio de sistema. Como una segunda vuelta. En cambio de eso no se quiere saber nada.
Las intenciones de Barcina
¿Qué es entonces lo que tiene en la cabeza Barcina? Acabar la legislatura. El plazo legal para convocar elecciones, además, se agota el 31 de marzo. Es decir, este mismo lunes.
Fuentes próximas a Barcina, sin embargo, nos aseguran que la presidenta sí tiene en la cabeza llevar a cabo en breve una remodelación de su gabinete. Poco más se sabe de esta posibilidad más allá de la evidencia de que Marta Vera y Lourdes Goicoechea son las consejeras más castigadas, a la vez que algunas de las personas con las que Barcina tiene una relación más estrecha y de las que sería más difícil prescindir para ella. Por otro lado, últimamente viene sonando el nombre de alguna directora general para dar el salto. De momento no podemos adelantarles más datos, en parte porque para realizar un cambio y hacerlo público no basta con saber a quién se quiere cambiar (o quién quiere ser cambiado), sino que además hace falta encontrarle un sustituto y que este quiera tomar el relevo.
5 respuestas
Pues la verdad es que hace falta un cambio. Además de la necesidad perentoria de hacer limpieza en UPN, de quitar residuos quesiteros del pasado, de eliminar adherencias peligros de criptosocialistas emboscados en la afiliación con la vista fija en el presupuesto, habrá que abrir ventanas y oxigenar las filas y las sedes, oficinas y despachos.
Luego se puede aprovechar para desandar el camino inverso cometido por Miguel Sanz…y digo bien «cometido» y no «recorrido», y tender puentes sobre los rotos con aquellos que quieren recorrer la senda en el mismo camino y dirección, como algunos exCdn, o el PPN, con los que crear una alternativa ideológica frente a la izquierda lanzada al monte del 22M y la de las barricadas humeantes en las universidades públicas.
Cierto, pero mal asunto para tan poco tiempo, falta de proyecto asumido y ausencia de liderazgo compartido.
Pues a mí me preocupa la integridad física de la presidenta. Y a ella también.
Su subconsciente delató su temor a sufrir un accidente. Espero que esté bien protegida.
Porque primero fue Cervera y luego fue Goicoechea. Y está claro que cuanto más se acerque el momento de acudir a la llamada de la calle Génova, subiendo a la izquierda, no a la derecha, más nervios y temores cundirán.
Y hoy por hoy, hay unos que se están quedando sin cromos que cambiar. Y en la calle Génova, subiendo a la derecha, no a la izquierda, ya no se los van a procurar.
Así que efectivamente, Barcina espera no tener un accidente. Yo espero que se mantenga firme y que siga temiéndolo y protegiéndose. Eso es garantía de que Navarra puede tener la oportunidad de salir de esta sin el peaje de caer en las manos de los vasquitos.
Vaya por delante que mis ideas chocan con la partitocracia legalmente vigente. Así que mis comentarios no buscan favorecer a una facción u otra.
Lo primero que me llama la atención es que si el criterio para la disolución es el de si hay posibilidad de gobierno real entonces no se disolvería nunca vista la pluralidad existente en el Parlamento. Además quien toma la decisión es el directamente afectado, la Presidenta. Toma conflicto de intereses entre el bien particular y el bien común.
Otra cosa que me llama la atención es como estando en un sistema que se dice parlamentario puede sostenerse un gobierno incapaz de sacar unos Presupuestos. Y no hablo de legalidad sino de la lógica del sistema. Sin mayoría el Presidente debe renunciar porque se supone que nadie es imprescindible.
Al final de todo este lío me reafirmo que quien debiera elegir al Presidente es el electorado a dos vueltas. Seguro que no lo hariamos peor que los políticos.
UPN no adelanta nada porque es sabedor que a fecha de hoy el descalabro electoral iba a ser brutal, y en general para todos los partidos constitucionalistas, tan castigados por la corrupción y la realidad económica. Lástima que en Navarra no exista ninguna alternativa foral…. en Navarra por desgracia sólo podemos alternar entre partidos vasallos de Madrid (UPN, PPN, PSN, etc.) y los nacionalistas vascos (aunque una gestión económica seria tipo PNV en Euskadi quizá no viniese nada mal…). ¿Será el partido cannábico nuestra última esperanza?