Una amenaza que no se confirma.
Una siniestra amenaza, insistentemente repetida desde el Ministerio de Educación, las consejerías autonómicas, y en ocasiones por los propios directores y profesores de los centros, ha pesado como una losa sobre todos los padres opuestos al adoctrinamiento gubernamental ejercido a través de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Una amenaza especialmente acuciante en el caso de los padres que, a pesar de ella, optaron por ejercer su derecho a la objeción de conciencia. La amenaza, más allá de la calificación de suspenso en la materia, añadía la pena de no poder pasar de curso ni obtener el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Según informa Profesionales por la Etica, “resultaba sorprendente que un sistema educativo que en la ESO permite pasar de curso y obtener el Graduado hasta con 3 asignaturas suspensas pudiera ser inflexible solamente con las asignaturas de EpC que se imparten en esa etapa educativa”.
Atemorizar a los padres.
La falsedad de la amenaza se ha destapado al llegar los exámenes de septiembre y las notas finales del curso 2008-2009. Los objetores que no han entrado en clase ni realizado los exámenes, no sólo han pasado de curso, sino que en el caso de los estudiantes de 4º de ESO han obtenido el Graduado en Secundaria Obligatoria que les permite continuar sus estudios en Bachillerato o en Ciclos Formativos de Formación Profesional. La situación posterior, no obstante, es distinta para obtener el título de bachiller después de la ESO, ya que según la ley sí es necesario para acceder a la universidad haber aprobado todas las asignaturas de los dos cursos de bachillerato.
Leonor Tamayo, coordinadora de la campaña de objeción a EpC de Profesionales por la Ética, explicó a tenor de la evidencia respecto a la ESO que “las objeciones a esta asignatura van a proseguir. Si antes se objetaba a pesar de la infundada amenaza de que los alumnos objetores no podrían promocionar ni obtener ninguna titulación, este curso se objetará aún con más motivo”. Todo un alivio, por tanto, para los objetores en la ESO.