Recién comenzado el mes de julio Pamplona se revolvía inquieta ante la noticia, publicada por navarra.com, de que en las últimas semanas varios padres habían denunciado el acoso y los tocamientos que habían sufrido sus hijas a manos de lo que aparentemente sería un grupo de menas (menores extranjeros no acompañados) en las inmediaciones de Carlos III. Los actos de acoso habrían afectado a varias niñas en varias ocasiones, teniendo como protagonista a un mismo grupo de entre 8 y 15 menores, que para más señas se alojaban en una residencia del Gobierno de Navarra.
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Ayer sabíamos un poco mas del desarrollo de esta información, ya que la Policía Municipal ha detenido en los últimos días a cuatro jóvenes, todos ellos tutelados por el Gobierno de Navarra en centros de menas, acusados de un delito de abusos sexuales por haber realizado tocamientos a chicas menores de edad en la capital navarra.
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La noticia era la más leída ayer en el Diario de Noticias, aunque no era a la que se había dado más relevancia, pero además de ella en el ranking de noticias mas leídas destacaba la paliza que había recibido una persona en Placencia (Vizcaya) al salir en defensa de dos chicas que estaban siendo acosadas por un grupo de personas. Quien pinchara en el enlace para obtener más información, se encontraba con que los acosadores según el agredido eran un grupo de magrebíes.
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¿Cuál es la respuesta típica de los representantes de la izquierda ante este tipo de noticias, que ya no pueden ocultar ni los medios izquierdistas? Pues, por ejemplo, Ada Colau en las últimas horas ha declarado al respecto que la inmigración no tiene nada que ver con la delincuencia y que “la mayoría de las agresiones sexuales en toda España las cometen hombres blancos españoles”.
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Pues efectivamente, es verdad. La mayoría de las agresiones sexuales en España las cometen hombres blancos españoles.
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El problema es, ¿cuál es la proporción de inmigrantes en la población española y cuál es el porcentaje de delitos cometidos por inmigrantes? Es decir, si los inmigrantes cometen el 49% de los delitos, pero representan el 1% de la población, se podría decir que la mayoría de los delitos los cometen los españoles, pero no que no hay relación con la inmigración. Que no hay relación entre la delincuencia y la inmigración sería algo que se demostraría si, por ejemplo, hubiera un 10% de inmigrantes y los delitos cometidos por inmigrantes fueran el 10% del total. En tal caso los inmigrantes delinquirían en la misma proporción que los españoles, ¿pero es esa la realidad? Pues no, a la vista de los datos del INE los inmigrantes representan el 10% de la población, pero sin embargo cometen el 23% de los delitos en general, el 20% de los homicidios, el 24% de los delitos contra la libertad sexual, o acaparan el 34,8% de las denuncias por la llamada violencia de género.
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Resulta evidente por tanto que existe una relación innegable entre inmigración y delincuencia. Pero no sería justo convertir en responsables a todos los inmigrantes. Los auténticos responsables son los políticos de la extrema izquierda. Porque es obvio que la inmigración descontrolada e ilegal que propugna la extrema izquierda genera un problema de seguridad y que los españoles y también los extranjeros honrados que viven en España tienen el derecho a ser protegidos de la importación de delincuentes, y el gobierno a su vez el deber de protegerlos. El problema no es la inmigración, el problema es el pensamiento Colau. O la falta de pensamiento de los Colau. Y no solo la delincuencia y la inseguridad tienen una relación con el pensamiento Colau, también lo tiene el aumento de la xenofobia que tanto escandaliza, aunque lo provoque, al pensamiento Colau.
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Un comentario
Toda la razón. La única puntualización es que la localidad vizcaína es Plencia. En Guipúzcoa había una Placencia (de las Armas) pero, por abreviar, ahora la llaman Soraluze.