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Las multinacionales.
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Si el empresario local ya es un malvado, el nivel de maldad del empresario que decide invertir en el exterior alcanza cotas inimaginables. Así la inversión extranjera se convierte en una maldición para los países en vías de desarrollo, cuyos trabajadores cobran menos dinero que en el mundo desarrollado.
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Editorial SM. Página 153:
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| “…Además, muchas veces, las empresas multinacionales de los países desarrollados trasladan sus industrias a países con mano de obra barata y en los que hay menor protección de los trabajadores. De esta forma, obtienen mayores beneficios a costa de las condiciones laborales de los trabajadores de estos países”. |
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La extraña lógica económica de la EPC aboca a los habitantes de los países pobres al subdesarrollo, exigiendo para un trabajador en China o en Marruecos el mismo sueldo que el de un trabajador en Alemania, como si el trabajador chino o marroquí tuviera que llenar el carrito de la compra en Alemania. Esta diferencia en el nivel de vida, precisamente, es la que convierte a estos países en atractivos para la inversión extranjera, y la que puede generar en ellos la riqueza que, progresivamente, les puede permitir elevar su nivel de vida.
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El libre mercado.
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Al parecer, tal como denuncian los empresarios, una de las funciones esenciales de la EPC es avisar a los niños para que empiecen a correr en cuanto oigan hablar del libre mercado. Editorial Mc Graw Hill. Página 209:
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| “¿Qué es el neoliberalismo económico? Es una teoría económica que defiende la libertad absoluta del mercado. Es decir, que sostiene que tanto en las relaciones laborales como a la hora de vender y comprar hay que regirse exclusivamente por la ley de la oferta y de la demanda.Esta teoría resulta funesta para las economías más débiles: para los obreros en general ¿Por qué? Porque casi todos los países son más las personas que quieren trabajar que los puestos de trabajo disponibles: por lo tanto, el trabajo es escaso.¿Y qué ocurre cuando el trabajo es escaso? Que por la ley de la oferta y la demanda, los salarios tienden a bajar”. |
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Puesto que ni estamos en una escuela ni es previsible que haya niños leyendo esto, nos permitimos apuntar que gracias a las ideas “de progreso” el trabajo es mucho más escaso todavía. España es el vivo ejemplo de ello. Por otra parte, un simple vistazo al Index of Economic Freedom de la Fundación Heritage nos revela un hecho totalmente sorprendente, sobrenatural e incomprensible, al menos desde los parámetros ideológicos de la EPC: los países con mayor libertad de mercado son los más prósperos (Canadá, Suiza, EEUU, Holanda, Dinamarca, Australia…) mientras que los países con menor libertad económica son los más desfavorecidos (Cuba, Zimbabue, Corea del Norte, El Congo, Eritrea…).
Es improbable sin embargo, digan lo que digan los manuales de EPC que estudian los niños españoles, que muchos trabajadores canadienses u holandeses cambiaran sus condiciones laborales por las de los trabajadores de Zimbabue o Corea del Norte.
Huelga decir que ningún libro de EPC menciona el Index of Economic Freedom de la Fundación Heritage.
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EL señor Burns como epítome del capitalismo.
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Editoral Oxford. Página 81:
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| “D. Ramón era el dueño de una de las más importantes fábricas de papel del país. Debido a su avaricia por ganar dinero, no le importó que su fábrica contaminara el río sobre el que se asentaba, lo que provocó un vertido tóxico en el agua que llevó a la muerte a muchos peces y a la intoxicación de otros animales debido al consumo de agua y pescado contaminados. Quedaron afectadas gravemente las riberas, la fauna doméstica y salvaje, e incluso la atmósfera, por evaporación. D. Ramón conocía todo lo ocurrido y no le causaba la menor preocupación…” |
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Estigmatizando a las personas emprendedoras.
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Ante este desolador panorama educativo, viviendo en un mundo imperfecto en el que no podemos convertir a todos los parados en liberados sindicales y funcionaros, la única esperanza para el futuro del país es que haya muchos niños malvados.
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