Los dos tipos de preferentes de Banca Cívica

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Los clientes de Banca Cívica acumulan 900 millones de euros en las polémicas participaciones preferentes que ahora mismo se encuentran en el ojo de la crítica. Banca Cívica va a ofrecer el canje de sus preferentes al igual que están haciendo el resto de entidades. Todo ello acompañado de las consabidas críticas y denuncias hacia este producto. De hecho, Banca Cïvica es una de las entidades que ya ha sido denunciada por ADICAE (Asociación de Ususarios de Bancas, Cajas y Seguros) acusada de la comercialización irregular a clientes minoristas de participaciones preferentes. Sin embargo, Banca Cívica tiene la peculiaridad de que sus participaciones son de dos clases distintas, respecto a una de las cuales no ofrecerá posibilidad de canje.

Las preferentes de Basilea III

La razón por la que las entidades ofrecieron urgentemente en su día a los clientes participaciones preferentes fue para capitalizarse y mejorar sus ratios de solvencia. Paradójicamente, ésa es la razón de que ahora ofrezcan a sus clientes el canje por deuda subordinada o acciones. La razón es que las nuevas normas bancarias de Basilea III dejan de considerar “core capital” a las preferentes mientras que, por ejemplo, sí tienen esa consideración las acciones. No obstante, de los 900 millones de euros que los clientes de Banca Cívica acumulan en participaciones preferentes 200 de ellos son de unas preferentes un tanto particulares. Corresponden a la última hornada de preferentes cuando fueron emitidas ya como Banca Cïvica y no por las anteriores cajas que la componen ahora. Esta hornada singular se acomodaba a las normas de Basilea III que permiten que las preferentes sigan siendo computadas como “core capital” con una condición muy peculiar: que la entidad pueda suspender discrecionalmente el pago de los intereses a los clientes.

Una inversión perpetua de alto riesgo

Cuando a finales del 2010 y principios del 2011 Banca Cívica comenzó a comercializar este producto, Navarra Confidencial fue probablemente el único medio navarro que dio publicidad a las advertencias de la CNMV sobre la peligrosidad de este tipo de productos. Entre otras causas por estas razones que entonces detallábamos:

-Las participaciones preferentes son un producto complejo y de carácter perpetuo

-La emisión no constituía un depósito bancario, por lo que la inversión no está garantizada por el Fondo de Garantía de Depósitos

– El calificativo de “preferente” resultaba equívoco, puesto que los propietarios de participaciones preferentes, en el orden de prelación de acreedores, se sitúan por detrás de todos los acreedores privilegiados, comunes y subordinados del emisor.

– El pago de los intereses se encuentra condicionado a la existencia de beneficios por parte de Banca Cívica

– Si Banca Cívica no paga los intereses se pierde definitivamente el derecho a reclamar esos intereses no pagados, aunque haya beneficios en un momento futuro

– Incluso teniendo beneficios, tras analizar su situación financiera y de solvencia, Banca Cïvica podía decidir discrecionalmente que no pagaba los intereses.

– Tratándose de un producto de carácter perpetuo, la única forma de recuperar la inversión podía ser su venta en un mercado secundario tal vez a un precio mucho menor que la inversión inicial.

Por todo ello insistíamos en recomendar a cualquier inversor interesado la lectura previa del tríptico completo emitido por la CNMV (adjuntábamos enlace) con todas  las advertencias al respecto. La advertencia no era ociosa pues, como acabamos de referirles, puesto que Basilea III las considera “core capital” porque la entidad emisora puede suspender discrecionalmente el pago de los intereses, en principio no hay oferta de canje sobre esta remesa especial de 200 millones de euros en preferentes.

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